¡Hay que desmontar el peaje Papiros!
Desde 1993 los peajes fueron construidos sobre la base de un horizonte: la construcción y el mantenimiento de la infraestructura vial de la nación. Sin duda, estos han cumplido su tarea y el país cuenta con mejores carreteras que hace 30 años. Sin embargo, los tiempos cambian tan rápido como las necesidades y realidades de los usuarios de las vías. La vía al mar es, sin duda, un gran avance para la región caribe pero la realidad de sus habitantes ha cambiado desde su creación. El peaje Papiros se ubicó en el municipio de Puerto Colombia hace 27 años y, desde su instalación, ha sido objeto de críticas por parte de los ciudadanos que transitan entre Puerto Colombia y Barranquilla. La razón principal es que su economía se ve afectada por el pago diario del peaje. Si bien en 2021 la tarifa del peaje se redujo en un 60%, la existencia de este sigue siendo motivo de indignación.
Según los datos de ANISCOPIO (1) solo en 2022 por el peaje han pasado 1.127.724 vehículos lo que traduce en un recaudo de 3.696 millones de pesos. De estos vehículos cerca del 90% corresponden a automotores de categoría I, son principalmente vehículos familiares y de uso diario los que transitan la vía. Según la Ley 787 de 2002 los peajes tienen como principal tarea construir y conservar la infraestructura de transporte, sin embargo, la vía no cuenta con un alumbrado público de calidad lo que pone en riesgo la vida de peatones, ciclistas y conductores. Por otro lado, la creciente demanda de este trayecto ha aumentado la congestión vehicular, especialmente, los fines de semana lo que se ha convertido en un problema para la movilidad importante para los ciudadanos.
El municipio de Puerto Colombia se ha convertido en un lugar para nuevos proyectos urbanísticos, educativos, universitarios y turísticos esto ha aumentado, de manera considerable, el uso del vehículo para transportarse hacía Barranquilla, lo que convierte este tramo de la vía en un trayecto diario y cotidiano, es sobre esta realidad que debe pensarse la pertinencia del peaje. Los Porteños que viajan hacía Barranquilla han optado históricamente por usar la antigua carretera (carrera 51B) para evitar el pago diario (en un mes podrían gastar cerca de 57.600 pesos). Sin embargo, los recientes estragos de la ola invernal han afectado la vía y el normal tránsito por ella. Una de las demandas del Comité No más Peaje (una iniciativa de los Porteños) señala esta realidad y piden que, mientras se toman medidas definitivas y se habilita el paso de la antigua vía a la altura del Lago del Cisne afectada por las lluvias, se suban las talanqueras para que los vehículos circulen sin pagar la tarifa del peaje.
Es imperativo actuar para que la existencia del peaje se ajuste a la realidad y al futuro de los y las ciudadanas que transitan la vía, principalmente los Porteños. Parte de la voluntad de cambio que emana de este gobierno tiene que estar acorde con escuchar las necesidades de la población y tomar las medidas necesarias para construir el bien común de cara al futuro de manera clara y precisa. Hoy existe la evaluación jurídica, financiera, técnica para el desmonte del peaje. Para ello se hace necesario el diálogo entre la comunidad, el gremio transportador, los colegios y todos aquellos que se ven afectados con el cobro con el Ministerio de Transporte, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el Instituto Nacional de Vías (INVIAS), Área Metropolitana, el Concesionario Ruta Costera, Gobernación del Atlántico, Alcaldía de Puerto Colombia y demás entes involucrados, para concertar una solución definitiva que se traduzca en retirar el peaje del lugar, de manera que esta medida esté acorde con una evaluación de quiénes son los que transitan por este peaje, sus necesidades y realidades.
1. https://aniscopio.ani.gov.co/reportes/carreteros/peajes-traficorecaudo/106