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Esta vez, La Mojana y el Canal del Dique, son prioridad

El Caribe desde nuestros antepasados, ha enfrentado las duras inclemencias del clima; la más recordada, la tragedia del 2010 donde se abrió un boquete de 214 metros y al menos 12 de profundidad, sobre uno de los márgenes del Canal del Dique, lo que provocó la inundación del cono sur del departamento del Atlántico, generando mas de 75 mil damnificados. Un éxodo apocalíptico, de municipios y sus corregimientos, que vieron como el agua cubría sus tierras, sus ranchos, casas, animales, cosechas; el rio con furia inclemente, se tragaba los sueños de muchas familias, a su paso.

Hoy doce años después, el miedo se apodera de los habitantes del Sur del Atlántico, el rio ha comenzado a crecer, y con él, crece el terror de la inundación, la corriente ha comenzado a cubrir fincas y cosechas. El embalse del Guájaro está declarado en alerta roja por la Corporación Regional Autónoma (CRA), porque alcanzo su cota de desbordamiento en 5.20 metros.

Partiendo desde el Municipio de Santa Lucia, a 8 horas 10 min (350,3 km) por Carretera, se encuentran los hermanos y hermanas de la Mojana, un territorio que abarca 11 municipios de los departamentos de Bolívar, Córdoba, Sucre y Antioquia. El 27 de agosto del 2021, el rompimiento de un Jarillón sobre la margen izquierda del río Cauca a la altura del municipio de San Jacinto del Cauca en Bolívar (sector Cara de Gato), generó la inundación de esta zona del país. Y hoy, a un año de ese suceso, más de 35 mil damnificados viven una crisis sanitaria, ambiental, alimentaria y productiva, que vulnera sus derechos, en especial de una vida digna.

La anterior tragedia expuesta, se presento durante el Gobierno de Duque, quien expreso que trabajaría de manera conjunta con el gobierno local para darle solución. El tiempo trascurrió, termino su mandato, y no paso nada más allá de palabras esperanzadoras, un abandono estatal. Hoy La Mojana pide a gritos ayuda, en especial por la ola invernal que nos azota actualmente, y que según el IDEAM será mas intenso que el vivido en el 2010, y se extenderá hasta el 2023. Mientras el rio crece, crece el insomnio en los cambuches, en los refugios, la perdida de tierras para vivir y cosechar, es inminente.

Por lo anterior, desde antes de ser Senador de la República visite en varias oportunidades estos territorios, conociendo de cerca la problemática, para gestionar la ayuda necesaria. Cuando recibí mi credencial como Senador del Pacto Histórico, mi primera visita territorial fue Sucre, donde me reuní con la comunidad de la Mojana para visibilizar la complejidad de la tragedia invernal, donde escuché a sus lideres y lideresas a través del espacio “El caribe habla”. Allí construimos un derrotero a seguir, y desde el Congreso, comencé el control político, para días después, acompañar al Presidente de la República Gustavo Petro, a sobrevolar y visitar nuevamente la Mojana, en procura de construir una solución definitiva, frente a la fuerza de los ríos que allí confluyen: Cauca, San Jorge y Magdalena.

En esta cruzada por la defensa de La Mojana, llegamos a la Plenaria del Congreso, para alertar aún más sobre la situación, pero a su vez escuchar las propuestas del nuevo gobierno, que en menos de 100 días, no solo a visitado la zona, sino que instalo un Puesto de Mando Unificado (PMU)permanente, y tiene equipos de los diferentes organismos responsables como Ministerio de Medio Ambiente, Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos, Ministerio de Agricultura entre otros, en estado de alerta, y con presencia en el territorio afectado; ejecutando y haciendo seguimiento a las ayudas humanitarias.

Actualmente, la Mojana se convirtió en una tarea prioritaria para el nuevo gobierno, donde se cuenta con un completo estudio topográfico, demográfico e hidrográfico, que permitirá desarrollar soluciones definitivas y no paños de agua tibia como lo hicieron gobiernos anteriores, que no cumplieron con la tarea, y ante cada ola invernal, se suman cada año más damnificados. Comparto la solución planteada por la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y el Ministerio del Medio Ambiente, que plantea que la solución no es cerrar el chorro cara de gato, porque el agua seguiría creciendo en este territorio, el inverno será más fuerte, y no podemos seguir dando soluciones billonarias que no ponen fin al problema.

Por lo tanto, hay que llevar a la población a tierras donde no tengan riesgos de inundación, y se responda a un CONPES no estructural, sino integral, que coloque al ser humano como centro, y no se le continue dando mas importancia a la construcción que no tiene en cuenta la evolución del suelo y sus fuentes hídricas, en esta región del país. Es clave que se cite e investigue a CORPOMOJANA, porque lo que hoy vive esta tierra se ha podido evitar, o mitigar el impacto del problema ambiental que se vive en la Mojana, no solamente por las inundaciones, sino también por la crisis humanitaria y ambiental.

Sumado a lo anterior, se hace prioritario que las alcaldías cumplan con lo establecido por Ley, elaboren sus mapas de riesgo, para identificar puntos críticos, cuantas familias están expuestas al riesgo, con el fin de protegerlas, y reubicarlas antes de una tragedia, si es necesario. La comunidad de la Mojana y del Canal del Dique, cuentan hoy con un gobierno que les da prioridad en la agenda del plan de acción.