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El confesionario: ‘Mi ex decía que era un adicto sexual’

Fernando (*) es un talentoso publicista barranquillero de 48 años, quien se describe como un padre amoroso de dos adolescentes, y quien hoy confesará #sinrecato algunos de sus “gustos no convencionales” como él los llama.

Comenzó hablando de su primera experiencia sexual:

“Empecé a experimentar de pronto, como normalmente sucede en el Caribe colombiano, cuando era niño, con una vecinita. Tenía curiosidad de conocer su cuerpo y en esa misma época vi mi primera película porno de manera accidental. No sé qué fue primero; si la película o el encuentro con esta chiquita, pero creo que estos fueron mis primeros inicios sexuales”.

En la medida que fue creciendo, el sexo lo disfrutaba de una manera particular:

“Cuando empecé a relacionarme con mujeres, siendo un joven, veía el sexo de otra manera obviamente. Yo quería experimentar cosas que me daban morbo, algunas cosas no convencionales; no lo había identificado como tal pero sí me daba cuenta de que habían situaciones que de una u otra manera me daban placer y me di cuenta de que habían ciertos fetiches que me generaban morbo y lo disfrutaba”.

¿Cuáles eran esos fetiches?:

“Los pies femeninos siempre me han parecido una parte del cuerpo muy excitante. Me gusta acariciarlos, lamerlos y me encantan las uñas de los pies bien cuidadas. También descubrí cierta afinidad por las manos femeninas”.

¿A qué llamas experiencias no convencionales?:

“Yo le llamo experiencias no convencionales al fetiche de los pies femeninos, porque hay personas a las que esto le parece extraño y se sale de lo convencional, pero si te refieres al tema de incluir terceros en relaciones, eso empezó realmente con amigos. Mi primera experiencia no convencional fue un trío con una amiga y un amigo. Fue una experiencia muy excitante y morbosa. Creo que disfrutamos todos y a partir de ahí empecé a disfrutar encuentros de ese tipo”, confiesa.

¿En algún momento se ha salido de control?:

“Yo creo que no se ha salido de control porque yo tengo claro ciertos límites. Creo que la sexualidad tiene una alta tendencia a ir avanzando en cuanto a los gustos y la curiosidad”.

Fernando confiesa que no es su estilo de vida, más bien lo considera un ingrediente que le da picante a su cotidianidad y por eso no se ha salido de control, porque tiene límites claros que no quiere sobrepasar.

¿Cuáles son esos límites?

“Alguno de los límites es el tema homosexual; en mi caso no tengo nada en contra de la homosexualidad ni de los homosexuales, pero yo no quiero sobrepasar ese límite de estar con hombres. Admito que me parecen atractivas las trans, pues es la imagen de una mujer, pero el tema con hombres no me resulta atractivo”.

Entre las experiencias no convencionales que le gusta experimentar están los encuentros soft (tocamientos con extraños), intercambios, tríos hmh (hombre-mujer-hombre) y mhm (mujer-hombre-mujer), le gusta el rol de corneador en el cuckold con parejas y un poco de stag (parejas que comparten con terceros, siendo el esposo quien domina el encuentro) con su pareja, entre otras cosas.

¿En algún momento te has cuestionado o alguna de tus parejas te han cuestionado?

Sí, en alguna de mis relaciones esta persona por estar dedicada al tema religioso sentía culpa, y eso la hizo confrontarme en algunas ocasiones. De hecho, ella expresó, que yo era un adicto sexual. Con otra de mis parejas. en el ocaso de la relación trató de insinuar que ella nunca estuvo de acuerdo, pero que aceptaba muchas cosas por complacerme. Afirmación con la que no estoy de acuerdo porque mi sensación era que estaba muy a gusto con lo que estábamos haciendo”.

¿Tienes alguna anécdota que compartir?

“He tenido la oportunidad de encontrar personas que comparten la afinidad desde el punto de vista de open mind (mente abierta) y también he estado con mujeres casadas que les gusta vivir este tipo de experiencias y el esposo no sabe que a ellas les gusta.  Eso se ve mucho y es más común de lo que la gente se puede imaginar”.

Confiesa que algunos hombres le escriben haciéndose pasar por mujeres o mujeres solas que se hacen pasar por una pareja, porque sienten curiosidad y quieren tener una experiencia de ese nivel.

“Veo que la gente no quiere asumir el rol que, realmente, quiere vivir sino que busca una manera de esconderse de su propia necesidad o en sus ganas de curiosear con este tipo de experiencias”.

Admite que en Barranquilla no es muy fácil encontrar hombres, mujeres o parejas dispuestas a dar rienda suelta a todas sus fantasías sexuales, y se lo atribuye al machismo que impera en nuestra cultura. Sin embargo, asegura que las mujeres están más curiosas y abiertas para vivir este tipo de experiencias.

Le pregunté si las redes sociales son seguras para tener estos encuentros no convencionales, a lo que respondió:

“Sí, claro que sí existen redes sociales y plataformas. La que más uso es la X (Twitter), voy a darte mi cuenta para que lo publiques por si de pronto alguien tiene curiosidad en conocerme un poco más: @MorboQuillero1”.

Fernando explica que no hace encuentros privados antes de verse personalmente con esa persona o personas.

Me gusta saber con quién estoy hablando. En esa reunión mientras conversamos me doy cuenta si realmente conocen del tema cuckold o stag o cuál es su preferencia sexual. Con los años que tengo en este ambiente me he dado cuenta que la experiencia es lo que más me protege”.

Fernando se despide con un mensaje contundente: “Invito a las personas curiosas a darse la oportunidad de conocer un poco acerca de estos temas, sin señalamientos y con disposición de comprender por qué tienen ciertos gustos en la intimidad que hoy día son señalados por la sociedad”.

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