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Polarización política: entre odios y desengaños

La polarización en la contienda política actual ha sacado lo peor de muchos colombianos. Esto se evidencia en los grupos de Facebook y wasap en donde se hace evidente el prejuicio, la violencia verbal y la calumnia, que a la postre, son las que realmente van punteando en las encuestas. No en vano hay enemigos en cada conversación, como también, familias distanciadas y amistades rotas. Hay tanta sensibilidad que ya casi no podemos opinar nada sin caer en alguno de los bandos existentes. Es decir, si la persona no es «de izquierda», es porque es «de derecha», y viceversa. Por el contrario, si alguien se declara «de centro», entonces es tibio. Esto se debe en gran parte a los cambios en los discursos políticos de los últimos años y a la falta de pensamiento crítico del colombiano promedio, lo cual nos hace reflexionar sobre el largo camino que debemos recorrer para ser el país pacífico que todos anhelamos.

No entiendo por qué debemos librar una guerra civil con cualquiera de nuestros amigos que se atreven a estar en desacuerdo con nuestra postura política. En mi opinión, si algún amigo cuya posición amenaza o pone en riesgo la amistad, quizás no comprende el poder de la política, como tampoco, comprende lo valioso de una amistad.

De modo que, no encuentro la motivación por la que debamos reservarnos el derecho de admisión a nuestras vidas de personas cuya posición política sea diferente a la nuestra. Quizás el problema se deba a la polarización que ha conducido al odio, a la demagogia y a la degeneración de la democracia, lo cual ha hecho de la política un asunto de identidades radicales, es decir, en la contienda actual parecieran concurrir solo dos colores: negros y blancos - «petristas y uribistas» - desconociendo que existe un gran segmento de la población que se identifica con otros matices.

Las posiciones más radicales en el ring virtual del Facebook y los grupos de wasap son sin duda la de los seguidores de Gustavo Petro, quienes defienden a ultranza la línea petrista. Olvidan estos desengañados simpatizantes de la izquierda colombiana que, en un pasado reciente, muchos de sus principales protagonistas los decepcionaron, cuando con razón o sin ella, sucumbieron ante los coqueteos del uribismo traicionando la causa guerrillera. Es más, varios de los que aterrizaron en el Centro Democrático estuvieron en el Gobierno de Uribe.

Resulta curioso, paradójico y hasta difícil de entender, como exguerrilleros de diferentes vertientes terminaron bajo las toldas de la derecha uribista. El Centro Democrático es el partido político en donde más militan exguerrilleros, no tan solo del M-19, sino también de otros grupos insurgentes.

Pero ¿por qué estos excombatientes terminaron en el uribismo de derecha?

Álvaro Uribe y Gustavo Petro

La respuesta no es otra que una jugada maestra de estrategia política por parte de Álvaro Uribe, en donde el objetivo era darle la oportunidad dentro del gobierno a exguerrilleros para de esta manera quitarle argumentos a la existencia de la guerrilla. La lista la encabeza:

1-Angelino Garzón: fue miembro del Partido Comunista y vicepresidente de la Unión Patriótica. Secretario General de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Fue Constituyente por la Alianza Democrática M-19 y vicepresidente de Colombia.

2-Everth Bustamante, exguerrillero fundador del M-19 y militante diplomático de este movimiento. Fue senador en el 2014 gracias a Uribe quien lo impulsó en su lista cerrada.

3-Eduardo Chávez, exsenador, fue guerrillero del M-19 y trabajó un año en el Ministerio de Ambiente y desarrollo sostenible.

4-Carlos Franco, exguerrillero del Ejército Popular de Liberación (EPL), se desempeñó en los dos gobiernos de Uribe como director del programa presidencial de Derechos Humanos.

5-Rosemberg Pabón: excomandante del M-19, y líder de la toma de la embajada de República Dominicana durante el gobierno de Turbay Ayala. Renunció al Polo Democrático y se fue de lleno con el CD. En 2006, Uribe lo nombró director del difunto Dansocial, entidad encargada de desarrollar la política estatal sobre economía solidaria.

6-Carlos Alonso Lucio:  Exmilitante del M-19

7-Augusto Osorno: exguerrillero del M-19. Diputado y representante a la cámara por el uribismo, también fue director de Agua Potable y Saneamiento Básico del ministerio del medio ambiente durante el primer periodo del uribismo entre el 2002 y 2006.

8-Darío Mejía: exguerrillero del EPL. Coordinó el programa presidencial de Reinserción en Antioquia durante el gobierno de César Gaviria, y en el de Uribe, fue asesor de Luis Carlos Restrepo en la Consejería de Paz.

9-José Obdulio Gaviria: exmiembro del (PCC-ML) Partido Comunista de Colombia-Marxista Leninista, cuyo brazo armado era el EPL.  Fue nombrado por Álvaro Uribe como asesor presidencial en el año 2003. Actualmente es senador por el Centro Democrático.

10- Mario Agudelo: ExEPL, fue alcalde de Apartadó (Antioquia) por el uribismo. Combatió en la comuna nororiental de Medellín a nombre del EPL contra quienes querían exterminar a la guerrilla. Hoy es otro admirador de Uribe.

11-Laura Pizarro: viuda de Carlos Pizarro, también aterrizó en el CD, pero solamente estuvo en la primera campaña.

12-Adolfo Bula: exELN, otro que sucumbió uniéndose a la campaña del CD en donde trabajó con Uribe en temas relacionados con la paz.

Es difícil entender como estos exguerrilleros de diferentes corrientes que hoy no recorren los caminos de la izquierda, terminaron seducidos por Uribe, es decir, el gobernante que más censuró su pasado beligerante.

Algunos como Eduardo Chávez, exm19, hicieron parte del Proyecto de Seguridad Democrática, uno de los temas más álgidos criticados por la izquierda en su momento.

El exPRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), José Matías Ortiz, en alguna ocasión cuando hizo parte del equipo de reforma política de la campaña de Uribe, expresó lo siguiente: «las propuestas contempladas contra la politiquería dentro del marco de la reforma de Álvaro Uribe son las más realizables».

De manera que, mientras ellos sucumben ante el coqueteo, nosotros terminamos enemistados como consecuencia de encarnizadas batallas «wasaperas y feisbuquianas».

Asi las cosas, «amigos de la izquierda y la derecha», antes de poner en riesgo la amistad defendiendo con agravios a los diferentes protagonistas de la próxima contienda presidencial, piensen que ellos son estrategas políticos que eventualmente pueden anteponer su ideología ante acuerdos a conveniencia. De modo que, mientras nosotros nos peleamos, nos ofendemos y nos rasgamos las vestiduras defendiendo apasionadamente posturas radicalizadas repletas de demagogia y populismo, ellos están dispuestos a negociar. ¿No me creen? Bueno, les recuerdo que muchos de los que en el pasado se alzaron en armas luchando en el monte por un país mejor, verbigracia, los excompañeros de lucha del candidato Petro, hoy son militantes del Centro Democrático.

¿Qué pensaran de esto los áulicos de la izquierda que en algún momento se sintieron representados por estos personajes que hoy militan en orillas contrarias a sus ideologías?