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¡El bloqueo no es excusa!

«No hay excusa, no le acepto la excusa a nadie que por el bloqueo gringo yo estoy haciendo esto y no pude hacer esto. Si a usted lo ponen al frente de un ministerio, de una empresa, de una responsabilidad, usted tiene que parir resultados y parir soluciones. Venezuela debe construir su prosperidad económica, su felicidad y su socialismo, contando con el ataque imperialista y sin ponerlo como excusa». — Nicolás Maduro.

El objetivo del gobierno estadounidense para con Cuba y Venezuela no es otro que, a través del bloqueo, aislar, asfixiar y castigar por no renunciar. Además, por sus rebeldías y por no dejarse someter a las reglas que se les pretende imponer. De paso, provocar la caída de estos regímenes.

Sin embargo, Maduro es enfático en afirmar que el bloqueo y el embargo por parte del gobierno de los Estados Unidos, no es el culpable de sus afugias tanto políticas como económicas. Reconoce, además, que la responsabilidad es propia en cuanto al desenvolvimiento de su destino como nación.

En plata blanca, lo que acertadamente dice Maduro en su alocución es que el embargo o el bloqueo de los Estados Unidos a Cuba y Venezuela, no debe ser excusa para que las economías de estos dos paises estén postradas y ruinosas. En otras palabras, lo que el dictador venezolano da a entender es que, tanto la economía venezolana, como la cubana, deberían ser capaces de generar riqueza aun prescindiendo del embargo. De modo que, ese «disco rayado» de echarle la culpa de sus miserias al embargo de los Estados Unidos no es más que una excusa, una vil coartada y un cuento para engañar incautos.

Cuba es más pobre que Haití y no por culpa del embargo, sino por culpa del comunismo. Si Cuba fuese como China, es decir, una dictadura políticamente comunista, pero económicamente capitalista, generaría riqueza. Le vendería al mundo mercancías, bienes y productos, no a los Estados Unidos, pero si a Canadá, Europa, China y Rusia. De modo que, si Cuba no produce nada y no genera riqueza, no entiendo por qué un sinnúmero de políticos, intelectuales y artistas cabalgan sobre el embargo y el bloqueo como excusa y principal motivación de su desgraciada economía, como también, de los padecimientos del pueblo cubano.

Es cierto, el «bloqueo gringo» no debe ser excusa para encubrir la ineptitud e incompetencia del gobierno cubano. En Cuba no se crea riqueza porque tiene una estructura de gobierno soportada sobre un modelo estalinista, un modelo que ahoga cualquier tipo de emprendimiento individual, el cual frena la generación de riqueza. Tengamos en cuenta que, esta última, siempre es consecuencia de la iniciativa privada, del emprendimiento individual y del sueño de un empresario. Sin embargo, esto no sucede en Cuba y Venezuela, no por culpa del embargo, sino por un modelo comunista que impide la creación de riqueza.

El fracaso de las políticas económicas es evidente en un país como Cuba el cual no produce nada, no exporta nada, y no es por culpa de los Estados Unidos. Cuba importa para comer 4 o 5 veces lo que produce. De modo que, es una economía parasitaria que necesita succionarle la sangre a alguien: primero fue la Unión Soviética, después Venezuela, luego los turistas y las remesas. Sin embargo, ahora, ya no tiene a quien chuparle la sangre y por eso los cubanos salen a las calles y alzan la voz porque están pasando hambre, no hay medicamentos, no hay vacunas, hay apagones, es decir, la tormenta perfecta. No obstante, hay un deseo inmenso anidado en las protestas tendiente a recuperar las libertades.

Considero entonces que, el fracaso del modelo cubano y venezolano es multifactorial: corrupción administrativa, economías débiles y dependientes, aunado al fracaso de unas políticas económicas enmarcadas dentro de una estructura de gobierno igualmente fracasada. De modo que, no podemos seguir con la cacareada excusa del bloqueo cuando el problema de fondo son los cimientos sobre la que está soportada una estructura de gobierno cuyas políticas económicas lo que ha hecho es sumir a sus pueblos en la más abyecta miseria.