Esta semana conocí que el Consejo Superior de la Universidad Autónoma del Caribe se apresta a tomar una decisión vital para ese ente educativo pues designará a un nuevo Rector. Más contento me puse cuando supe que se postuló para ese importante cargo un gran profesor, abogado y destacada profesional como lo es Mauricio Molinares Cañavera.

Me acordé enseguida de esos años en la Universidad Libre de Barranquilla, cuando desde los primeros años Mauricio se destacó como un buen estudiante y muy comprometido con las causas académicas al interior de la institución. Luego, prontamente, en razón a su consagración con la enseñanza lo vi dedicado a la noble y hermosa labor de ser profesor. Al poco tiempo, ingresó en cargos administrativos al interior de la Universidad y bueno rápidamente llegó a ser el Rector hasta hace pocos días, tarea en la que brilló por sus novedosas propuestas y en un reposicionamiento de nuestra querida Universidad Libre de Barranquilla.

La labor que cumple una universidad es fundamental para la sociedad pues se encarga, nada mas y nada menos, de entregar profesionales que estarán al servicio de todos. La experiencia en la academia y los buenos resultados de la administración, se constituyen en un binomio cuadrado perfecto que deben concurrir en un Rector de un ente universitario.

Los desafíos de esta pandemia mundial exigen modernizar la educación y acercarla a las TICS para enfrentar los desafíos de la virtualidad y adecuarse a la realidad económica y social de la Nación. Qué bueno sería que se implemente en todos los programas de educación superior módulos de virtualidad y de manejo de las TICS para todos los estudiantes. Las universidades son entes educativos, pero también deben ubicarse como faros de modernidad y tecnología en el país. La educación virtual hoy se impone y no es propiamente una opción. Los profesionales de hoy deben conocer y manejar con toda propiedad dichas herramientas.  

Por todo lo anterior la toma de decisiones oportunas, la inversión en tecnología y la escogencia de profesionales expertos en la academia y en la administración de los entes universitarios, son premisas ineludibles que deben guiar las decisiones de aquellos en cuyas manos está escoger a quien regirá los destinos de los entes universitarios, dada su delicada y esencial responsabilidad ante la sociedad, la economía y el crecimiento del país.  

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