La historia empresarial es una parte importantísima de la historia económica. Si se quiere conocer a fondo la realidad económica de Colombia y de Barranquilla es pertinente estudiar, sin prejuicios de ninguna clase, a los empresarios, a las empresas y a las instituciones conectadas con ellas.

Es imposible saber cómo se desarrolló el país, la región o la ciudad sin entender los entramados construidos por el empresariado. En realidad, el capitalismo no es algo abstracto, ni la economía de mercado es un ente que marcha por sí solo.

Cuando se revisa la economía uno se topa de inmediato con los agentes que la dirigen o que se benefician de ella. Allí están, como una punta de lanza económica, las empresas, las corporaciones, las diversas instituciones y el Estado.

Lo que se denomina economía de mercado o capitalismo es un universo complejo que no se puede explicar con alusiones generales, sino con investigación específica. Para salir del simple eslogan, los historiadores produjeron la historia económica y la rama especial de esta que estudia a los empresarios y a las empresas, la historia empresarial.

Hacer historia económica o empresarial no implica cantarle loas a nadie ni regalarse ideológicamente a los agentes económicos. Si el propósito es básicamente científico no hay necesidad de perderse en los vericuetos de la defensa o el ataque de ningún grupo, individuo o clase social. Esa es la tarea de los ideólogos o de los políticos, no la de los historiadores económicos.

En el libro Historia empresarial de Barranquilla Vol. 2 (Editorial Universidad del Norte, 2021) se han reunido una serie de trabajos de investigadores locales cuyo norte es arrojar luz sobre procesos económicos o empresariales de la ciudad, hasta ahora poco conocidos. Este no es solo un libro de historia empresarial en sentido estricto, sino de historia económica, en general, sobre nuestra urbe.

Por tal motivo, aquí el lector encontrará la continuación del estudio sobre las tiendas, el cual fue iniciado en el Vol. 1. Los investigadores Dagoberto Páramo Morales y Margarita Contreras Cuentas escribieron un macizo trabajo intitulado Las tiendas de barrio en Barranquilla, una institución social (1946-1990), donde se analizan los principales aspectos de esa entidad económica barrial.

Historia del Mercado Público de Barranquilla (1870-1930). Infraestructura y dinámicas del comercio y abasto de víveres, es un trabajo escrito por Jessille López García y Eduardo Gómez Araujo que llena un importante vacío sobre una institución clave del desarrollo económico del centro de la ciudad.

El historiador Julián Andrés Lázaro Montes estudia el papel de los alemanes en su ensayo Empresas y empresarios alemanes en Barranquilla, 1919-1941. Como se sabe, los extranjeros cumplieron un importante papel en la ciudad en el nivel de la transferencia tecnológica, de la inversión y del establecimiento de relaciones económicas internacionales. Estos son puntos centrales del trabajo de este joven investigador.

En una línea más enfocada hacia lo institucional, Adriano Guerra aporta un análisis histórico centrado en una organización empresarial y social de la ciudad en su ensayo Hacedores de país. Historia de la Fundación Mario Santo Domingo. Este es un trabajo que analiza el complemento social de la actividad del empresariado.

Finalmente, el historiador Milton Zambrano Pérez estudia dos instituciones claves en el desarrollo socioeconómico de la ciudad, la Cámara y el puerto, en sus trabajos La Cámara de Comercio y la transformación de Barranquilla, 1940-1980 y, además, Historia del Terminal Marítimo y Fluvial de Barranquilla (1936-1980).

Es importante resaltar que la publicación de este libro sobreviene como consecuencia del esfuerzo de un grupo multidisciplinario de investigadores dirigido por Octavio Ibarra Consuegra y por el historiador Eduardo Gómez Araujo, en el marco de una línea de investigación sobre historia económica y empresarial de Barranquilla y la Región Caribe.

El trabajo de este grupo ha sido apoyado por la Universidad del Norte, por los funcionarios y oficinas involucradas en el asunto de las publicaciones, pero, sobre todo, por la rectoría de esa universidad, a cargo del economista e historiador económico Adolfo Meisel Roca.

Por la importancia que tiene hacer la historia de los problemas económicos de la ciudad y del Caribe colombiano, lo ideal es que una iniciativa como esta se siga desarrollando y que aparezcan muchos más volúmenes de la serie comentada, para beneficio de la academia, de la ciencia histórica y de la ciudadanía.