La ya conocida frase de "libertad por vencimiento de términos" empieza a sonar en el caso del presunto homicida del auxiliar bachiller de la Policía Marc Jordi Miranda Carrillo. 

Su presunto asesino, Arnovis Jesús Serpa Ospino, debía ser llevado hoy por el Inpec a las salas de audiencias para que la Fiscalía Segunda Especializada lo acusara formalmente ante el Juzgado Especializado de Barranquilla. Sin embargo, el hombre no fue trasladado desde la Cárcel Modelo hasta los estrados judiciales y, por ende, el juez tuvo que reprogramar la audiencia de acusación para el 13 de marzo.

El fiscal tuvo que solicitarle al juez que compulse copias para que el Inpec sea investigado disciplinariamente, ya que esta es la segunda ocasión en la que la audiencia de acusación es suspendida porque el imputado no ha sido llevado. El pasado 1 de febrero también fue suspendida por el mismo motivo.

La Fiscalía presentó el escrito de acusación el 28 de septiembre del 2017 y a la fecha no se ha podido avanzar en el proceso porque ni siquiera se ha dado desarrollo a la audiencia de acusación.

Palabra más palabra menos, los días están contando para el vencimiento de términos. Por ser la víctima un miembro de la Policía Nacional y el caso estar en manos de la justicia especializada, los días para que se cumplan el vencimiento de términos no son 120, sino el doble: 240.

Para que se dé la libertad por vencimiento de términos deben haber pasado, en este caso, 240 días desde el día que fue presentado el escrito de acusación y que no se haya iniciado el juicio oral.

Como el escrito de acusación fue presentado el 28 de septiembre del año anterior, hasta hoy 2 de marzo ya van 155 días sin que se inicie el juicio oral. Es decir, que restan 85 días para que se cumplan los 240. En otras palabras, en esos 85 días se deben realizar la audiencia de acusación, donde la Fiscalía acusa formalmente ante el juez al hombre, y la audiencia preparatoria a juicio, donde las partes dan a conocer sus pruebas que mostrarán en el juicio oral.

Si en ese tiempo no se logra realizar estas dos audiencias estaríamos a las puertas de un nuevo caso de libertad por vencimiento de términos.

El crimen 

El auxiliar bachiller de la Policía Marc Jordi fue asesinado a balazos en momento en que se movilizaba en su moto por las calles del barrio San Luis de Barranquilla con rumbo a la Escuela de Policía.

El caso ocurrió el 22 de mayo del 2017 y fue perpetrado por dos sujetos en moto. Marc Jordi cayó de su motocicleta particular y fue llevado a la Clínica San Ignacio, donde se produjo su deceso.

Los asesinos escaparon, pero el crimen quedó grabado en una cámara de seguridad. 

Cuatro días después, tras investigaciones de la Policía, logró capturar a Arnovis Jesús Serpa Ospino cuando se movilizaba en un vehículo por la Circunvalar con carrera 38 y le hallaron en su poder una pistola 9 milímetros con 21 cartuchos, la cual fue cotejada con los proyectiles hallados en el cuerpo del auxiliar y en el lugar de los hechos resultando ser la misma arma que fue usada para matar al uniformado.

Del mismo modo le hallaron en su poder la licencia de tránsito de la moto que fue usada para cometer el crimen.

Las autoridades precisaron que el hombre sería presunto integrante del 'Clan del Golfo'.