No fue 1, ni 2 ...ya van 3 los estafados por el dúo de mujeres que alquilan sillas y "las desaparecen"
Utilizando el mismo ‘modus operandi’ se han apoderado de 432 sillas de negocios de alquiler.
Con sus caritas bonitas y de “yo no fui” el dúo de mujeres denominado las “roba sillas”, sigue haciendo de las suyas con los negocios de alquiler.
Al caso inicialmente denunciado en el barrio Costa Hermosa de Soledad, se suman otros dos, ejecutados bajo el mismo ‘modus operandi’.
Bajo el argumento de hacer “una obra de caridad”, las dos mujeres llegaron el 23 de diciembre a Decor Rochy, un negocio familiar de alquiler de sillas localizado en el barrio El Campito de Barranquilla.
Allí dialogaron amablemente con la propietaria y sin despertar la más mínima sospecha de sus pretensiones solicitaron el alquiler de 62 sillas (40 sin brazos y 22 con brazos) más 4 mesas, todas ellas están marcadas con el nombre del negocio.
Como no tenían transporte, se les buscó el servicio a través de un joven conocido del negocio y pidieron llevarlas hasta la carrera 8B No. 35A-111, barrio Las Palmas.
“Cuando llegaron allá el joven observó que las dos mujeres hablaban de manera amigable con la señora de la casa y bajaron las sillas, pero ellas no le pagaron el servicio de transporte”, comentó Clarissa Barrios, hija de la propietaria afectada.
Al día siguiente el joven se dirigió al mismo sitio para recoger las sillas y las mesas y tamaña sorpresa se llevó cuando la señora de la casa le manifestó que las dos mujeres solamente le habían pedido ocupar su espacio por un momento para entregar regalos a los niños. Y seguidamente un camión llegó al lugar y se llevó las sillas y las mesas.
Una de las mujeres se identificó como María José Pérez Miranda, el mismo nombre utilizado en el caso de Costa Hermosa, en Soledad, donde las dos mujeres se llevaron 300 sillas y 4 mesones vestidos, de Variedades Parapeto, propiedad de Deisy Esther Duque Montenegro, utilizando el mismo sistema.
El tercer caso le sucedió al propietario de Banquetes Luisfe, también en el barrio Costa Hermosa, en Soledad.
En esta oportunidad las mujeres solicitaron el alquiler de 70 sillas y el mismo propietario las transportó hasta el sitio indicado por ellas.
Sorprendido quedó el dueño del negocio cuando fue a recoger las sillas: le dijeron que las dos mujeres habían alquilado el espacio por dos horas, tiempo durante el cual un camión también se llevó las sillas.
En los tres casos los afectados tienen plenamente identificadas a las agraciadas jóvenes que están tumbándose las sillas. Es más, se ha detectado que intentan cambiar de apariencia como, por ejemplo, tiñéndose el cabello.
Los negocios de alquiler se encuentran en alerta ante el azote de las “roba sillas”.