A la víspera de un año que pinta complejo por la situación fiscal del país, el Presidente Gustavo Petro cerró el 2024 con la versión más volátil desde que llegó a la Casa de Nariño, protagonizando cruces con personalidades importantes para la política del país, como el expresidente Álvaro Uribe o el presidente del Congreso, Efraín Cepeda Sarabia.

El cierre del año le dejó al mandatario algunas sonrisas, como la aprobación de la Reforma Pensional o el crecimiento económico, pero también le causó sinsabores, como el hundimiento de las reformas a la Justicia, Salud y la ley de financiamiento.

El año legislativo

No hay duda de que el gran triunfo de Gustavo Petro en el Congreso fue la aprobación de la Reforma Pensional, que establece el Sistema de Protección Social Integral para la Vejez, Invalidez y la Muerte

Instaura un pilar solidario que impacta a 2 millones de colombianos en condición de pobreza extrema y vulnerabilidad y uno semicontributivo para aquellos que no cumplan con los requisitos para la pensión. Sin embargo, aún la Corte Constitucional lo puede tumbar por posibles irregularidades en su trámite.

Aunque no fue un proyecto presentado por el Gobierno, la aprobación de la modificación del Sistema General de Participaciones (SGP) fue celebrado por Petro, pues apoyaba esta reforma.

Pero no todo fue jardín de rosas para el mandatario en el Congreso, ya que la Reforma a la Salud fue hundida y la Reforma Política no pudo tener luz verde, porque los congresistas no pudieron mantener el quórum para el debate. 

No obstante, el aspecto más crítico llegó con el hundimiento de la ley de financiamiento, que pretendía complementar el Presupuesto General de la Nación de 2025, que tampoco pudo avanzar en el legislativo y tuvo que ser decretado por $511 billones, es decir, $12 billones por debajo de lo esperado. 

Peleas de Petro

Precisamente, que no se debatiera el Presupuesto General de la Nación y el hundimiento de la ley de financiamiento generó que Petro la emprendiera contra el presidente del Congreso, Efraín Cepeda.

Dentro de sus muchas afirmaciones contra el senador barranquillero destaca una donde lo señala de ser "el jefe" de una "banda" de senadores que votan contra "su pueblo". 

"Quiero decirle que mientras presida el Senado, el Senado no será notario de las iniciativas gubernamentales, si esas iniciativas no son concertadas", fue una de las varias respuestas del congresista barranquillero. 

Otro de los conflictos que tuvo Petro este año fue con la familia Vargas Lleras, principalmente con el exvicepresidente Germán y su hermano Enrique, a quien señaló de hechos de corrupción en la Nueva EPS. Esto generó que Enrique Vargas Lleras lo demandara por injuria y calumnia, logrando que el Presidente se retractara. 

Con Uribe no faltaron los rifirrafes, incluso haciendo señalamientos contra el hermano del expresidente, Santiago Uribe, quien este año fue absuelto de los señalamientos como uno de los fundadores del paramilitarismo. 

También tuvo otros roces internacionales con Javier Milei, Nayib Bukele y, sobre todo, con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por los ataques de ese país a Palestina. La tensión llegó al punto que se rompieron las relaciones.

Investigado

Un capítulo aparte merece que este año el Consejo Nacional Electoral (CNE) formuló cargos a la campaña presidencial de Petro por presunta violación de topes.

La ponencia de los magistrados Benjamín Ortiz y Álvaro Hernán Prada indica que hubo una violación de $5.355 millones y también le formuló cargos al gerente de la campaña Ricardo Roa, a la tesorera Lucy Aydee Mogollón Alfonso, el auditor Juan Carlos Lemus, al Movimiento Partido Político Colombia Humana y la Unión Patriótica. 

Aunque la defensa del Presidente ha buscado por distintos frentes tumbar esta investigación, el Consejo de Estado respaldó la decisión del CNE y la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró improcedente una solicitud de medidas provisionales. 

Según Petro esto hace parte del “golpe blando” contra su Gobierno, pero lo cierto por ahora es que es un nuevo problema que debe lidiar, así como el proceso que vive su hijo, el exdiputado Nicolás Petro, por enriquecimiento ilícito y lavado de activos, en donde surgió la información de un posible ingreso de dineros irregulares a su campaña presidencial.

Además, en el panorama también está el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo del Desastre (UNGRD), las críticas fuertes de gremios como Fenalco y Camacol o la salida de varias piezas de su gobierno, como Ricardo Bonilla, exministro de Hacienda, o Carlos Ramón González, exdirector del Dapre y de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI). 

Lo bueno, dentro de todo, es que la inflación ha seguido cediendo, puesto que la cifra de noviembre, la última que entregó el Dane, fue del 5,2%, mientras que el desempleo también se ha visto reducido (8,2%).

Por lo pronto, Petro deberá resolver lo que hará su Gobierno con el desfinanciamiento de 2025 y, seguramente, anunciará cambios en su gabinete, algo que se ha vuelto común durante dos años y casi cinco meses en la Casa de Nariño.