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“¿Para qué recordar el ayer si hoy nadie me recuerda?”: Adolfo Echeverría

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En la víspera de la noche de las velitas, el maestro Adolfo Echeverría padece una nueva recaída en su estado depresivo. 

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En la víspera de la noche de las velitas, el maestro Adolfo Echeverría padece una nueva recaída en su estado depresivo. 

Jorge Castro Avendaño

Mientras retumba en las emisoras de música bailable, en los ‘picós’ y quipos de sonido el canto de Nury Borrás con el clásico “….que linda la fiesta es, en un 8 de diciembre…..”, agobiado por el abandono, el maestro Adolfo Echeverría Comas, autor de ‘Las cuatro fiestas’ el tema que marca el inicio de las celebraciones que entre Navidad y Carnaval se celebran en la Costa Caribe colombiana, padece nuevamente a sus 75 años, otra crisis emotiva.

En el apartamento en donde vive arrendado en el barrio Boston, junto con su compañera Anastasia Arrieta, Adolfo Echeverría está en ‘su mundo’ en el que se encuentra hace 22 años cuando “todas la puertas se le cerraron”. El maestro sufrió una crisis depresiva que supera solo ocasionalmente, y por días, y con la que ha vivido a lo largo de más de dos décadas.

“Su estado de ánimo es nulo. Sufre un estado depresivo crónico. Tiene múltiples problemas de salud”, asegura Anastasia.

Señala que el maestro Adolfo ha echado al olvido su época de gloria, de sus giras internacionales, del carnaval, de los cinco Congos de Oro. Para el autor de ‘Inmaculada’, el otro himno de la fiesta de las velitas, no vale la pena mirar atrás porque el presente es otro.

“¿Para qué recordar el ayer, si hoy nadie me recuerda, y el mañana no existe?”, me dice, señala Anastasia Arrieta. Sostiene que “sólo lo recuerdan en diciembre”.

Cuestiona la compañera de Adolfo Echeverría que “suenan ‘Las cuatro fiestas’, todo es alegría por fuera, como la vida del payaso, pero por dentro hay mucho miedo por lo que puede suceder”.

El estado depresivo de Adolfo Echeverría comenzó en 1990. “Lo supera temporalmente, pero para la fiestas de navidad y año nuevo comienza  a decir que eso ya no interesa, se vuelve negativo en esta época” dice Anastasia. Se niega él mismo y su exitosa carrera artística.

Advierte que en los 35 años que lleva conviviendo con Adolfo sólo ha tenido reclamos contra Sayco, pero que nunca ha recibido el respaldo como se lo merece de la Sociedad de Autores y Compositores. Recuerda que el maestro es socio fundador de Sayco, es autor de más de mil composiciones de las cuales hay grabadas cerca de 350.

Anastasia está empeñada en mostrar, “no la miseria del ser humano, sino la parte espiritual del maestro”. “Eso es lo que hago yo tapar con la mano la realidad. Yo espero la voluntad de Dios”.

A sus 75 años, el maestro Adolfo no tiene casa propia. Vive arrendado en el barrio Boston, y por la intervención que el gobierno hizo a Sayco, el pago de regalías del último trimestre no ha llegado para estas nuevas ‘Cuatro fiestas’ que ‘Amaneciendo’ en la soledad de su hogar y la algarabía de las velitas en la ciudad vivirá Adolfo Echeverría, restando importancia al pasado, a lo que según él con justificada razón “no tiene vigencia”.

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