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La primera vez…

Las series tienen su encanto, pero, en mi caso, o me gustan y me las quiero ver en tres días o no paso del primer capítulo porque no me enganchan. Hace poco terminé de verme 'La Primera Vez', una serie colombiana con 2 temporadas que pueden ver en Netflix.

Solo puedo adelantarles que fue escrita por el reconocido Dago García y tiene un elenco de lujo. La historia se desarrolla en la Bogotá de los años 70 y está basada en la época que el libretista vivió con su grupo de amigos, cuando cursaba décimo grado.

La historia tiene un giro sorprendente cuando el colegio de solo hombres pasa a ser mixto con la llegada de la primera mujer: Eva Samper, quien se convierte en el eje central de la historia.

No los voy a engañar. Los 3 primeros capítulos me parecieron muy lentos, pero quise darle una oportunidad y no me equivoqué; me pareció muy linda. No quiero darles tantos detalles para que la vean y juzguen ustedes mismos al talentoso Dago y este maravilloso elenco que te roba muchas risas y también lágrimas.

Hablar de la primera vez es bastante emocionante; tú primer beso, tu primer trabajo, tu primer sueldo, tu primer amor, etc. En realidad, a mi modo de ver, cualquier cosa que hagas por primera vez te genera un sentimiento especial de satisfacción, porque al final tienes lo que quieres o con lo que siempre habías soñado.

Y aunque hablar de la primera vez suena muy romántico e idealista, no siempre todo en la vida se logra al primer intento o por arte de magia, a veces el camino es largo, como un viaje por carretera; hay trancones, desvíos, paradas obligadas, una larga espera, pero siempre hay un destino que nos llevará a ese lugar seguro que queremos.

No es para desanimarlos, pero muchas de las cosas que se logran rápidamente, así mismo desaparecen o les perdemos el entusiasmo. En cambio, aquello que obtenemos con esfuerzo, trabajo, disciplina y constancia nos llena de mucho orgullo y satisfacción cuando finalmente lo tenemos.

Algunos psicólogos recomiendan tener un plan y seguir pasos para obtener nuestros objetivos o metas en la vida y, aunque no está de más guiarse de los expertos, es también muy importante escuchar la experiencia de los padres, quienes han vivido más, y seguir la intuición, esa voz interior que se llama conciencia y no escuchamos la mayoría de las veces por hacernos los “pendejos”.

Así que si en algún momento se sienten desesperados porque nada sale como quieren y todas las puertas parecen cerrarse y no hay luz al final del camino; recuerden que la Coca-Cola vendió 50 dólares en su primer año, y su creador Jhon Pemberton murió sin ver el éxito comercial que su negocio lograría, siendo realmente un visionario. Hoy la compañía factura alrededor de 45.754 millones de dólares. Nada mal para una gaseosa.

Es por ello que hoy les compartiré algunas historias inspiradoras:

J.K. Rowling: La creadora de Harry Potter escribió una serie de libros en los 90. En ese momento, era una madre soltera que sobrevivía con los bonos de desempleo que le daba el gobierno para solventar sus necesidades básicas.

Su primer libro lo vendió por 4 mil dólares y en poco tiempo logró convertirse en una de las escritoras más influyentes y millonarias de Inglaterra.

“Es imposible vivir sin fracasar en algo, a menos que vivas tan cautelosamente que no hayas vivido en absoluto, que, en todo caso, estarías fracasando por default”, afirma la escritora.

Thomas Alva Edison: Este inventor tiene una historia bastante inspiradora. Desde niño, fue ‘bullyneado’ por sus profesores, quienes aseguraban que era “demasiado tonto para aprender algo”. En el trabajo, fue despedido varias veces por “improductivo” e incluso para patentar la bombilla, tuvo que realizar 10 mil intentos antes de que funcionara.

Como él mismo lo dijo: “No he fracasado, sólo encontré 10 mil maneras en las que no funciona”.

José Leal: Un soldador colombiano viajó en el año 2000 a Barcelona, Venezuela para trabajar en una petrolera, buscando un mejor porvenir, pero las cosas no salieron como esperaba y, por no tener visa, no pudo trabajar en lo que tenía planeado.

 En el 2003, fundó la empresa Helados Paisa, en una fábrica de 180 metros cuadrados, y en 2003 llegó a Puerto Ordaz, otra ciudad petrolera donde fundó Helados Cali, en una fábrica de 1.800 metros cuadrados.

Cuando el empresario logró tener una de las fábricas de helados más grandes de Venezuela con 13.500 metros cuadrados, regresó a Colombia con Rico Helado y mostró todo lo que había logrado.

Y hay muchas más historias de hombres y mujeres que también tenían un sueño y cuando estaban ya cansados de luchar y de seguir, lo lograron, y no lo hicieron al primer intento.

¿Se imaginan si el terco de Thomas Alva Edison no hubiera insistido 10 mil veces, o Coca-Cola hubiera cerrado, o J.K, Rowling no hubiera insistido en llevar su libro a muchas editoriales? Nos hubiéramos perdido de tomarnos una buena gaseosa, mientras leíamos un maravilloso libro de Harry Potter con la luz encendida.

Hay muchas historias anónimas de personas que han subestimado sus capacidades, su talento y su potencial, sencillamente porque no insistieron. No hay límites. Cree en ti.

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