En la foto la candidata Marine Le Pen, el presidente de Francia, Françoise Hollande (arriba), y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (abajo)

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La participación en elecciones desafía los pronósticos en Francia y se mantiene alta

La cifra es muy similar a la registrada en 2012 en la primera vuelta en las cuatro primeras horas de votación.

La participación del 28,54 % hasta el mediodía, algo superior a la de 2012, desafía por ahora los pronósticos que apuntaban a una alta abstención en las elecciones presidenciales de Francia, en un día primaveral que invita a los franceses a acudir a los colegios electorales.

En una jornada sin incidencias reseñables hasta primera hora de la tarde, los cuatro grandes favoritos según las encuestas -el socioliberal Emmanuel Macron, la ultraderechista Marine Le Pen, el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon- ya han ejercido su derecho entre fuertes medidas de seguridad.

Si la tasa de participación se mantiene constante, podría acabar por encima del 80 %, muy por encima de lo que los institutos demoscópicos habían previsto en los últimos días.

El atentado del pasado jueves en los Campos Elíseos en París, en el que murió un policía a manos de un asaltante que fue abatido, se cita como uno de los argumentos para explicar este repunte momentáneo de la participación.

La cifra es muy similar a la registrada en 2012 en la primera vuelta en las cuatro primeras horas de votación, que fue del 28,29 %, aunque no llega al índice histórico de 2007, cuando alcanzó un récord del 31,21 %.

En aquella cita electoral, en la que venció finalmente Nicolas Sarkozy, fueron casi el 84 % de los franceses con derecho a sufragio quienes finalmente votaron.

La tasa de hoy se sitúa muy por encima de la de hace quince años, que permitió el acceso a la segunda vuelta del ultraderechista Jean-Marie Le Pen, cuando un 21,40 % de los franceses había acudido a las urnas hasta las 12.00 horas (10.00 GMT).

Los principales aspirantes han llamado a la participación tras depositar sus papeletas.

El más madrugador fue Macron, quien votó poco después de las 10.30 horas (08.30 GMT) en la localidad costera de Le Touquet, donde tiene una casa de vacaciones.

A sus 39 años, quien aspira a convertirse en el presidente más joven de la historia de Francia dijo a la prensa tras depositar su voto que "es esencial ir a votar por los tiempos en que vivimos".

Vestido con traje y corbata, con el semblante distendido, el candidato se vio obligado a esperar varios minutos en la cola ante la fuerte afluencia de público.

Se da la circunstancia de que la estancia del Ayuntamiento de Le Touquet donde ejerció su derecho es la misma en la que hace diez años se casó con Brigitte, su exprofesora 25 años mayor que él.

Minutos después, Le Pen votó en su feudo electoral de Hénin-Beaumont, en el norte del país, donde también tiene previsto seguir toda la jornada.

Acompañada del alcalde de la ciudad, Steeve Briois, también del Frente Nacional (FN), Le Pen, vestida con traje oscuro, emitió el voto en medio de una gran expectación mediática.

La Policía detuvo a una docena de militantes de la organización feminista Femen que intentaron boicotear su voto.

Las activistas se presentaron en el colegio electoral con el pecho descubierto y sus rostros tapados con máscaras de Le Pen, de su padre, Jean-Marie, y de los mandatarios ruso, Vladímir Putin, sirio, Bachar Al Asad, y estadounidense, Donald Trump.

A las 11.45 horas (09.45 GMT), Fillon depositó su papeleta en una mesa del Ayuntamiento del distrito VII, en el centro de París, entre fuertes medidas de seguridad por la amenaza de un atentado terrorista.

Según reveló él mismo, Fillon era uno de los objetivos de los dos supuestos yihadistas que fueron detenidos en Marsella esta semana con planes para ejecutar un atentado "inminente".

Un Fillon serio votó sin su esposa Penelope -protagonista del escándalo de corrupción por el que el conservador ha sido imputado al haberle atribuido un supuesto empleo ficticio-, que había hecho lo mismo a primera hora en su localidad de Sablé-sur-Sarthe.

El último de los favoritos en votar fue el izquierdista Mélenchon, que lo hizo en el Ayuntamiento del distrito X de París rodeado por sus principales colaboradores en la campaña.

Con una amplia sonrisa, Mélenchon, en apariencia muy relajado, depositó su papeleta en las instalaciones municipales tras haberse convertido en la gran sorpresa con una campaña rompedora que le ha llevado a rozar el 20 % en la intención de voto en los sondeos.

El presidente saliente, François Hollande, cuya renuncia a presentarse a su reelección ha marcado los comicios, votó en su feudo electoral de Tulle (centro del país), del que fue alcalde de 2001 a 2008.

Muy sonriente y efusivamente saludado por sus vecinos, Hollande apeló a todos los franceses a "mostrar que la democracia es más fuerte que todo" y recordó las extraordinarias medidas de seguridad adoptadas por su Ejecutivo para que el día transcurra sin la sombra de la amenaza terrorista.

EFE

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