El suicidio de Drayke Hardman, un niño de 12 años de Estados Unidos,  tras sufrir acoso en su colegio, en el condado de Tooele, Utah, revive el flagelo que millones de niños en el mundo sufren en silencio.

Los padres de Hardman, Andrew y Samie, decidieron contar su historia a través de redes sociales para que a otros menores no les pase lo mismo que a su hijo y con esto generar conciencia entre la comunidad educativa en su país sobre el bullying escolar.  

"El lunes 7 de febrero, llegó a casa de la escuela con un ojo morado y luego le contó a su hermana sobre un altercado con otro estudiante", comentaron sus padres. Dos días después se quitó la vida.  

"Este es el resultado de la intimidación, mi chico estaba peleando una batalla que ni yo podía salvarlo. Es real, es silencioso y no hay absolutamente nada que puedas hacer como padre para quitar este profundo dolor. No hay señales, solo palabras hirientes de otros que finalmente robaron nuestro Drayke de este lugar. Tenía 12 años de edad. ¿Cómo un niño de 12 años que fue amado ferozmente por todos piensa que la vida es tan difícil que necesita alejarse de ella?", escribió su mamá en Instagram.

Un amigo de la familia abrió para un acuenta de GoFundMe, que lleva recaudado 124.000 dólares para financiar los costos del funeral y el servicio conmemorativo. Y hasta estrellas de baloncesto de Utah Jazz, equipo favorito del niño, como Donovan Mitchell, Joe Ingles y Rudy Gobert contribuyeron conmovidos por su historia. 

Las exequias de Drayke se llevarán a cabo este viernes en Starks Funeral Parlour, Salt Lake City.

Su mamá escribió este jueves: "Una semana entera de extrañarte parece una eternidad y, sin embargo, todavía tengo una eternidad por delante. ¡Mi corazón está en paz, mi pequeño amor, sabiendo que todavía estás dejando tu huella en el mundo! De alguna manera estaremos bien, dale a la abuela el mayor abrazo de mi parte y dile que te ame mucho. "Ten cuidado" ¡Mi dulce niño! mamá".

Mientras su papá, dijo que en el fondo algo le pasa al niño que le hacía acoso a su hijo, "para él tener que atacar a mi hijo para ganar confianza significa que le faltaba algo".

“Este acosador también fue una víctima, y ​​ahí es donde debemos encontrar la solución: enseñar a nuestros hijos que el mundo está roto, pero ellos son la generación que lo va a arreglar”, puntualizó a KUTV,  Andrew Hardman, padre del niño.