Hace dos semanas, el pasado 4 de enero, José Fernando López Viloria no se contuvo y publicó en su perfil de Facebook una foto de su expareja Lizeth Patricia Arrieta García junto a su pequeña hija, une bebé que aún no cumple su primer año de edad.

Viloria no actualizaba su perfil de redes sociales desde el 8 de noviembre de 2015, cuatro días antes de que la corta vida de Valery Peña se apagara en la Clínica General del Norte, en Barranquilla, adonde había sido trasladada después de que se complicaran las heridas que sufrió en aquel horrendo ataque que, aún hoy, conmociona a los magdalenenses y, en especial, a los habitantes del municipio de El Banco, donde ocurrió la tragedia. López Viloria es el principal sospechoso de su muerte.

La joven Valery fue interceptada el 17 de octubre cuando se dirigía en su moto hacia el corregimiento de Belén, a 20 minutos de la cabecera municipal de El Banco. Dos personas la atacaron brutalmente, la violaron y le hicieron heridas mortales con unas tijeras. Sin embargo, con lo que los atacantes no contaban era con que la joven valiente sobreviviría lo suficiente para identificar a José Fernando López Viloria como uno de sus agresores. 

Ante su inminente captura, José Fernando decidió huir. De su paradero no se sabe nada, y pese a que el exgobernador del Magdalena se mostró confiado en que pronto sería capturado, la Policía, consciente de su incapacidad para encontrarlo, solo atina a pedir ayuda de la comunidad y esperar que alguien lo denuncie a cambio de una recompensa económica, que ya asciende a los $20 millones. 

Lizeth Patricia, quien convivía con José Fernando en la misma casa, terminó su relación amorosa con él un mes antes de que la noticia de la trágica muerte de la niña Valery Peña se regara como pólvora por el pueblo.

Para cuando eso pasó –recuerda– ella ya había abandonado a José Fernando y se había ido a rehacer su vida lejos de esa población después de conocer que su pareja le fue infiel y se enteró de que tuvo un hijo con otra joven, prácticamente al mismo tiempo que lo tenía con ella.

Pero haber abandonado a quien fue su pareja terminó convirtiéndose en una nefasta coincidencia que la llevó a temer por su vida y por la de su hija.

“Me empezaron a mandar muchos mensajes, recibí como cinco mensajes, no sé de qué gente, qué cercanía tenían a la familia de la muchacha (Valery Peña), me decían que si yo sabía dónde estaba (José Fernando), se metieron con la niña (…) que si yo no me avergonzaba de tener a la hija de un asesino”, relató la joven a Zona Cero.

Según cuenta Lizeth, ella tenía mucho temor de que por alguna represalia su hija pudiera ser lastimada, por lo que decidió mantenerse alejada, e incluso cerró su perfil de Facebook para no tener contacto con nadie.  

“Después de un tiempo entendí que no tenía por qué esconderme de nadie, volví a crear mi cuenta en Facebook y hasta decidí ir a El Banco, porque decían que yo estaba huyendo con él, así que fui a poner la cara”, comenta.

Fue así que el 20 de diciembre, Lizeth viajó al municipio de El Banco con su hija en brazos para demostrar que ella no estaba huyendo y que, al igual que todos, no tenía conocimiento sobre el paradero del papá de su hija.

Es inevitable preguntarle a Lizeth si ella, que convivió con José Fernando y lo conoció en la intimidad, cree que él podría ser capaz de hacer algo así… Su respuesta es pausada, pues al igual que todos los que lo conocen, están sorprendidos.

“Lo conozco… es el papá de mi hija. Sobre su forma de ser, pues él era bravo, tiene su genio, un carácter muy fuerte. ¿es capaz?... No sé”.

En lo que sí no titubea Lizeth es en darle lo que ella considera el mejor consejo: que se entregue, que se defienda ante la justicia; que el que nada debe, nada teme.