Zona Cero conoció en primicia que existen serios indicios que permitirían confirmar que los huesos hallados este jueves en el corregimiento de Juan Mina, pertenecen al administrador de empresas Antoni Rivero Cantillo, quien desapareció desde el pasado 17 de junio de 2019.

Este medio obtuvo información de que una fuente humana informó a las autoridades que restos del cuerpo del hombre de 30 años estaban enterrados en una zona enmontada de Juan Mina.

En ese mismo sitio fueron hallados los huesos la tarde ayer por las autoridades. 

Los restos óseos están en estudio por Medicina Legal, que deberá practicar el respectivo ADN para ratificar la información que entrega en primicia Zona Cero. 

Las autoridades hallaron huesos fraccionados, lo que hace pensar de que su cuerpo pudo ser descuartizado. Sin lugar a dudas, un macabro homicidio. 

Antoni Rivero Cantillo salió de su casa el pasado 17 de junio, a las 8 de la mañana, a bordo de un vehículo particular, el cual apareció abandonado un día después cerca del Colegio Normal La Hacienda, en el barrio Olaya. 

Al interior del vehículo habían rastros de sangre lo que hace pensar que el administrador de empresa fue golpeado. 

Por este caso, el gaula del Ejército Nacional y el CTI de la Fiscalía General de la Nación capturaron a Roger Hernández, en otra información entregada en primicia por este medio. 

A este hombre lo aprehendieron el 10 de julio de 2019, en un operativo en el Edificio Santorini, ubicado en la calle 83 con carrera 42, en el norte de Barranquilla. 

Las autoridades irrumpieron al interior de un apartamento y capturaron a Roger Hernández. 

Conflicto por un dinero

Hernández fue llevado a audiencias preliminares en donde la Fiscalía le imputó los delitos de desaparición forzada, secuestro extorsivo, tortura y amenazas. El capturado no aceptó los cargos en ese momento.

Luego un juez le impuso medida de aseguramieto a este hombre, quien según conoció Zona Cero en su momento, “le habría tomado un chance a Antoni”, el día en el que administrador de empresas desapareció. 

Pero no solo eso. La Fiscalía también reveló en dichas audiencias que este caso tuvo un origen por la pérdida de 600 mil dólares, los cuales le pertenecían a Roger Hernández y a un hombre de procedencia dominicana. 

El ente acusador informó que Hernández le entregó la suma mencionada a Antoni Rivero Cantillo y a un tío de este para un negocio que nunca se finiquitó. 

La víctima y su tío le habrían incumplido a Roger Hernández y eso habría originado una venganza macabra y escalofriante, pues los huesos del administrador aparecieron en un monte.