Deberá responder por masacres, homicidios selectivos, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, secuestros, amenazas y accesos carnales violentos contra personas protegidas.
La justicia tuvo en cuenta el testimonio que prestaron hoy ante el tribunal la viuda y las hijas del activista Julio Henríquez, que desapareció en febrero de 2001 después de tratar de sustituir los cultivos de coca por cacao en una zona del Parque Nacional Tayrona.