El pasado martes 25 de agosto, el equipo institucional del colegio Inca promovió un reencuentro que denominó “Nuestra Caravana del Reencuentro”, que reunió a estudiantes, padres de familia, docentes y directivos.

Fue evento sin precedentes como respuesta a la necesidad que manifestaron los niños de ver nuevamente su colegio, sus profesores y directivas, aunque sea de lejos. Pero para lograr materializar este deseo fue necesario cumplir con todas las disposiciones legales y normativas que rigen esta etapa de aislamiento social.

Se gestionaron los permisos correspondientes ante las secretarías de la Alcaldía Distrital y en coordinación y apoyo de la Policía Nacional se organizó la caravana del reencuentro.

En una sola hilera fueron transitando lentamente, frente al colegio, uno a uno los vehículos con los niños, padres, familia y hasta la mascota, portando pancartas donde podían leerse el agradecimiento y amor que siente hacia sus profesores, profesoras y directivas, y los deseos de regresar nuevamente a su entrañado colegio Inca.

Mientras en la acera del colegio apostados sobre la carrera 50, vestidos con la mejor sonrisa y el equipo de bioseguridad, docentes y administrativos lograron por fin el emocionante reencuentro con los niños, sus estudiantes que los habían extrañado por más de cinco largos meses. El reencuentro se había hecho realidad, demostrando una vez más que el amor todo lo puede, que no hay nada imposible y que los limites solo están en la mente.

Fue un reencuentro amenizado con alegría, gritos de emoción, lágrimas y la consigna: “cuídense y quédense en casa” y “queremos volver a verlos bien”. Muchas personas que pasaban desprevenidas por la avenida, se alegraban con aquella caravana del reencuentro llena de rostros sonrientes que contagiaban.

Así volvieron a ver su colegio Inca y a sus docentes los estudiantes, esa nueva generación del Inca formada en la tecnología, la ciencia, y hoy más que nunca, en el humanismo. Definitivamente se comprobó una vez más que el Colegio Inca cuida el bienestar socioemocional de su comunidad educativa, una gran familia que crece cada año.

*Con información de prensa Colegio Inca