Durante 105 días estuvo Rodolfo Alcázar Ortega luchando por su vida tras las quemaduras de tercer grado que sufrió el 29 de diciembre de 2016 en el 75% de su cuerpo.

Ana Bertina Ortega Cuadros, madre del fallecido, contó a las afueras de Medicina Legal, que el hombre de 33 años era habitante de la calle y trabajaba como cotero, en el centro de Barranquilla.

Indicó la mujer que su hijo le había relatado lo que había sucedido a la 1 de la mañana de ese 29 de diciembre.

"Me dijo que estaba buscando un lugar para dormir. Caminó un rato huyéndole a una bala perdida y encontró un pedazo de nevera y ahí se metió. Estaba en la zona detrás de la cervecería Águila", manifestó la madre de la víctima.

Cuando Alcázar se estaba quedando dormido, llegaron unos hombres que lo rociaron con gasolina y lo prendieron.

"Él mismo corrió y se apagó, gritando que lo ayudaran. Un policía lo encontró, llamó a una patrulla y de ahí lo llevaron hasta el Hospital General de Barranquilla. Luego lo remitieron a la Clínica de la Costa, pero no pudo recuperarse", narró Ana Bertina Ortega.

Rodolfo Alcázar Ortega presentaba quemaduras en sus brazos, las piernas, la cara y el pecho. Era de Villanueva, Bolívar, de donde había llegado hacía 4 años. Era soltero y le sobreviven dos hijos.