"Guerras y pandemia contribuyeron a un aumento de las muertes por tuberculosis"
Así lo hizo saber la Organización Mundial de la Salud en un informe sobre tuberculosis en el que se estima que 10,6 millones de personas contrajeron esta enfermedad el pasado año.
La pandemia de covid-19, que redujo la respuesta a la tuberculosis y otras enfermedades, y el aumento de los conflictos, caldo de cultivo de epidemias, contribuyeron a que en 2021 las muertes por esta enfermedad aumentaran un 6 % interanual hasta 1,6 millones, indicó hoy la Organización Mundial de la Salud.
La cifra convierte a la tuberculosis en la segunda enfermedad infecciosa más mortal del planeta, después de los 3,5 millones de muertes por covid el pasado año, aunque podría convertirse nuevamente en la primera, ya que los decesos por coronavirus se han reducido hasta poco más de un millón en los primeros 10 meses de 2022.
Según el informe anual de la OMS sobre tuberculosis presentado hoy, se estima que 10,6 millones de personas contrajeron esta enfermedad el pasado año, un aumento del 4,5 % con respecto a 2020 que es el primero en este indicador en casi dos décadas.
De los fallecidos, 187.000 eran portadores del virus VIH causante del sida, indicó la investigación, que también alertó de un aumento del 3 % en los casos de tuberculosis resistente a los fármacos, con 450.000 nuevos pacientes aquejados de la variante resistente a la rifampicina.
El impacto de la pandemia de covid-19 en los programas de respuesta a la tuberculosis ha sido "especialmente grave", destacó la OMS, quien también subrayó que los conflictos en el este de Europa, África y Oriente Medio han hecho que muchas poblaciones sean vulnerables a esta enfermedad bacteriana.
El informe "muestra la necesidad de unir fuerzas y redoblar con urgencia los esfuerzos para recuperar los niveles de respuesta a la tuberculosis con el fin de salvar vidas", destacó al presentarse el documento la directora de la OMS para el programa de combate a esta enfermedad, Tereza Kasaeva.
Conflictos y pandemia significaron que muchos enfermos con tuberculosis no pudieran ser diagnosticados y tratados: tras caer la cifra de nuevos diagnósticos de 7,1 millones en 2019 a 5,8 millones en 2020, se registró una ligera recuperación en 2021 (6,4 millones) pero aún lejos de los números previos a la pandemia.
El aumento de los pacientes no diagnosticados o tratados, advierte la OMS, supondrá un crecimiento también de las muertes, así como de la transmisión de la enfermedad entre comunidades.
El informe lamenta además una reducción en el gasto global de servicios de respuesta a la tuberculosis, desde los 6.000 millones de dólares de 2019 a los 5.400 millones de 2021, menos de la mitad del objetivo de 13.000 millones de dólares juzgado necesario por los expertos para combatir adecuadamente la enfermedad.
También siguen muy por debajo de los objetivos globales las cifras de pacientes tratados de tuberculosis, ya que los 26,3 millones acumulados entre 2018 y 2021 se mantienen muy por debajo de la meta de los 40 millones fijada para el lustro que finaliza en 2022.
Entre los pocos datos positivos la OMS destaca que siete países de África, una de las zonas más afectadas, han logrado el objetivo de reducir un 20 % sus casos con respecto a 2015: Etiopía, Kenia, Lesoto, Namibia, Sudáfrica, Tanzania y Zambia.
La enfermedad, causada por la bacteria mycobacterium tuberculosis, afecta principalmente a los pulmones, y se puede contagiar por vía aérea, a través de las expectoraciones de los afectados.
Un 56,5 % de los enfermos de tuberculosis son hombres adultos, un 32,5 % mujeres y un 11 % menores de edad, siendo los principales factores de riesgo para contraerla la malnutrición, ser portador del VIH, la diabetes y el alto consumo de tabaco y alcohol.
La OMS recuerda que un 85 % de los casos de tuberculosis se pueden tratar con éxito mediante un tratamiento que puede durar entre cuatro y seis meses.
Entre la treintena de países más afectados por esta enfermedad hay muchas naciones africanas, aunque también destacan Brasil, China, India, Corea del Norte y la mayoría de los países del sur y sureste asiático.
EFE