La compañía EDC también planteó condiciones en la invitación que le hicieron dentro de la ‘urgencia manifiesta’: pidieron lo que no han podido hacer. Y Cormagdalena se las aceptó.
Contratan con plazos y volúmenes acordados, pero no por las profundidades que realmente requiere el canal de acceso. Los contratos terminan “cuando ocurra lo primero”, sin importar las condiciones de calado.
Pilotos prácticos piden a la Autoridad Marítima intervenir en la grave situación que aumenta los riesgos en la ya crítica situación del puerto de Barranquilla.
Con dos dragas dañadas el contratista dejó el trabajo tirado y aún así quedó “a paz y salvo” con la corporación. Con esta decisión puede seguir contratando y, por ende, incumpliendo.