Ernesto Lucena, ministro del Deporte, y Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol.
Ernesto Lucena, ministro del Deporte, y Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol.
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FCF.

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¿Realmente la exigencia de las pruebas PCR pone en peligro eventos deportivos del 2021?

Aunque es una medida excepcional, MinDeportes y FCF señalan que pone en peligro los eventos.

El reciente fallo de tutela de un juez que le ordena a la Ministerio de Salud y al Gobierno Nacional la exigencia a las personas que deseen ingresar al país el resultado negativo de una prueba PCR contra el Covid-19, ha despertado un tira y afloje en diferentes estamentos de Colombia y el deporte tenía que ser uno de ellos.

Lo cierto es que no queda claro por qué la preocupación del jefe de cartera ministerial del deporte, ni mucho menos el de la Federación Colombiana de Fútbol, quienes esta mañana manifestaron que por culpa de esta medida judicial varios eventos deportivos en el 2021 estarían en riesgo de no realizarse. 

Dichos eventos van desde la Copa América, pasando por el Sudamericano de fútbol sub-20 y hasta los primeros Juegos Panamericanos Junior que alojará Cali. Esos son los más nombrados, por el momento. 

Pero ¿Por qué? El protocolo de bioseguridad ya no es nada ajeno para la actualidad del deporte en el mundo. Y es más, es algo del diario vivir de los atletas y delegados que tienen como primera condición para poder participar, presentar una prueba negativa tomada por las organizaciones. 

Pasemos a listar algunos ejemplos. El Junior de Barranquilla, durante todo su recorrido desde el regreso a las competencias de la Conmebol, ha tenido que testear a sus jugadores según las exigencias de la organización de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. 

En su más reciente partido no pudo contar con un jugador habitualmente titular, pues la prueba practicada horas antes del viaje a Chile para medirse a Unión La Calera dio como resultado positivo para Covid-19. 

Desde que reinició el fútbol internacional, la toma de muestras ha sido una prioridad e incluso en las eliminatorias algunos jugadores no pudieron asistir a sus selecciones para cumplir los protocolos de salud de los países donde residen y Colombia obedeció sin chistar, como fue el caso de Luis Díaz en Portugal. 

Además, es de recordar que la Conmebol ha dicho que acatará las normas locales sobre temas de salud y manejo de la pandemia de cada país e instó a obedecer a sus federaciones afiliadas. 

En la más reciente burbuja del baloncesto profesional, donde los Titanes de Barranquilla lograron el tricampeonato, ningún jugador colombiano o extranjero podía entrar en acción hasta presentar a la organización el resultado negativo a la prueba PCR. 

En el inicio de las competencias, los Sabios de Caldas perdieron sus primeros partidos debidos a un positivo dentro del equipo, que derivó en varios contagios en los caldenses. Hasta que no estuvo todo en orden, no pudieron saltar a la madera. 

Otro ejemplo fue la organización del ciclismo para la Vuelta a Colombia, la cual basándose en las positivas experiencias de las Grandes Vueltas europeas, todos los participantes fueron sometidos semanalmente testeados y se presentaron algunos positivos, que de inmediato fueron aislados y separados de la competencia la cual dejó como campeón a Diego Camargo y saludable a la inmensa mayoría del pelotón.

En la actualidad, se tiene en desarrollo la liga profesional de béisbol, la cual se cumple en la burbuja del estadio Édgar Rentería de Barranquilla, donde semanalmente todos los peloteros, sean de donde fueren pero que toman competencia en Colombia, son muestreados con pruebas PCR. 

Y los ejemplos de estas exigencias previas de salud se repiten y repiten en todo el deporte profesional reactivado durante la emergencia, como el el circuito ATP del tenis, la súper burbuja de la NBA y hasta las carreras de automovilismo de la Fórmula 1 que se mueven por los cinco continentes. 

Entonces surge la pregunta ¿Qué más da o en qué puede interferir que a las delegaciones deportivas del extranjero se les exijan pruebas para llegar al país, más cuando nuestros mismos atletas locales cumplen con esas exigencias e incluso cuarentenas cuando llegan a países del exterior?

La exigencia de las pruebas PCR podría como mucho presentar un gasto económico adicional para las delegaciones participantes en los eventos deportivos, pero aún así con una medida de seguridad para ellos mismos y para proteger a sus atletas y delegatarios.

¿Qué país del mundo se va a negar a cuidar la salud de sus deportistas?

Y ¿Qué club del mundo dejará competir a su jugador sin saber que está bien?

Además ¿Cómo saber que viajarán en perfectas condiciones al país de competencia si primero no se hace la prueba? 

Pedir pruebas PCR a los viajeros que llegan desde el exterior o puede ser una razón para que grandes eventos deportivos, con millones de dólares en juego, se dejen de realizar.

La verdad que un hisopo en la nariz, o una muestra de sangre en un reactivo si fuera el caso, parecen ser una excusa muy débil como para decir que el calendario deportivo mundial, con sede en el país, no se podrá realizar. 

Si uno se pone a hilar delgado, se podría decir que el Ministro Lucena -con el coro alevoso de la FCF- solo juega su papel como integrante del Gobierno para tratar de justificar el ya anunciado desacato de una orden judicial, utilizando como excusa el deporte, uno de los grandes amores del país. 

Realmente no parece que se podría dejar de hacer la Copa América o los Juegos Panamericanos Junior, con tantos millones invertidos y otros listos para pagar apenas ruede el balón o se dé el pistoletazo de salida, por unas cientos de pruebas en la nariz. 

A todas estas, esperemos que las disputas de autoridad y los dimes y diretes entre el Gobierno Nacional y las máximas autoridades judiciales del país no se conviertan en una cruz para los deportistas colombianos, que ya de por sí bastante que ha sufrido en este 2020 fuera de lo común.

Hasta que MinDeporte y FCF explíquen los motivos de fondo, quedamos atentos de las razones de peso para tal temor, como si en la actualidad la pandemia misma y el aumento en los casos no fueran real y apremiante motivo de preocupación. 

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