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¡ Necesitamos resultados !

En la actualidad, una de las grandes problemáticas que aún nos sigue aquejando a los colombianos es la inseguridad. El aumento en la percepción de los ciudadanos, de sentirse inseguros, es la respuesta a la ausencia de decisión por parte del Gobierno Nacional, la falta de implementación de estrategias que faciliten robustecer la labor de las instituciones de policía y militares en el País. Delitos como el hurto, la extorsión, microtráfico, homicidio y feminicidio, son los que mayor cobertura registran en los entornos urbanos y rurales en el territorio nacional.

Para darles un ejemplo, lo que se está viviendo en Bogotá es preocupante, ya que las estructuras criminales y de narcotráfico se han fortalecido en sus redes de fleteo y narcomenudeo que tanto daño le hace a nuestro país, en lo que se ha convertido en la disputa por el territorio, llevándose consigo vidas inocentes en medio de estas. Desde luego, la Policía Nacional, en cabeza del General William Salamanca, ha articulado un gran esfuerzo para entregar resultados en materia de seguridad, con la implementación de sobrevuelos constante de helicópteros, la presencia adicional de 2.500 policías provenientes de unidad del Gaula, Dijín, carabineros, protección, entre otras.

Esta iniciativa es la que también quisiéramos ver replicadas en ciudades como Cali, donde el Ministerio de Defensa debe liderar una estrategia contundente en conjunto con la fuerza pública, para enfrentar y neutralizar a las estructuras de crimen urbano que se dedican a cometer homicidios, robar celulares, fleteo, cosquilleo en el transporte público, venta de estupefacientes, entre otros. Aquí debería contemplarse una toma diaria que incluya operativos de control y rigor en inmediaciones a colegios, universidades, conjuntos residenciales, parques, barrios donde se concentren la presencia de entornos inseguros azotados por la delincuencia. 

Incluso, en Medellín, ante el recrudecimiento de este flagelo, es altamente necesario que las autoridades judiciales, con el apoyo del Gobierno Nacional, perpetren golpes contundentes a fin de debilitarles el auge del negocio ilegal del narcotráfico, la extorsión y el sicariato, los cuales son protagonistas en casi todo el territorio antioqueño.

No podemos tolerar los actos de intimidaciones, atentados y homicidios selectivos, en aras de desestabilizar el clima de paz y bienestar que debe reinar.

Esta compleja realidad también la vive Barranquilla, donde también instamos a los cuerpos de Policías y Militares del orden nacional, hacerse presente en la ciudad y tomar medidas, como las que hoy se desarrollan en la capital del País. Esto, teniendo en cuenta que en la capital del Atlántico sigue activo, no solo el temor que vienen sintiendo sus habitantes ante la frecuente racha delictiva, sino a su vez, el miedo por parte del gremio de empresarios y comerciantes, ante el terrorismo psicológico que siembran estas estructuras criminales al pretender despojarlos de su patrimonio económico. Sin embargo, valoramos el esfuerzo que viene realizando el alcalde Jaime Pumarejo, para minimizar las acciones delictivas en la ciudad, dando golpes contundentes de la mano de la Policía Nacional a las estructuras de microtráfico.

Bajo este contexto, es importante que el presidente Petro sepa que los colombianos necesitamos un gobierno articulador, que trabaje de la mano con los mandatarios locales, a fin de implementar estrategias que apunten a fortalecer la percepción que tienen los ciudadanos en sus territorios.

No obstante, si bien sabemos que la ciudadanía es consciente que el Gobierno está llevando a cabo la denominada Paz Total, esto no significa que el Ministerio de Defensa deba bajar la guardia para conminar a los cuerpos de policías y militares a afianzar el cumplimiento de su deber misional para garantizar la seguridad, atacando, controlando y conteniendo a los grupos delincuenciales que han arremetido sin piedad contra la población civil. Por ello, hago un llamado al señor Ministro de Defensa a asumir como suyo, el bienestar y la seguridad ciudadana del País; aún está a tiempo de tomar los correctivos pertinentes para proteger la vida de los colombianos, fortaleciendo la inteligencia militar, triplicando la tarea conjunta con nuestras fuerzas militares y armonizar esfuerzos junto al sector de la Rama Judicial, para que la cadena de resultados sea exitosa.  

Los colombianos no estamos dispuestos a seguir permitiendo que los grupos al margen de la ley sigan aterrorizando a la población con estos actos de bajeza y cobardía, cuya consecuencia letal es la destrucción del tejido social.