Share:

Celebrar el Día del Niño: más que un festejo, un compromiso de transformación

Este fin de semana, Colombia celebró el Día del Niño, en medio de una jornada dedicada a esos seres llenos de inocencia, curiosidad y esperanza que representan el futuro de nuestra sociedad. Sin embargo, más allá de los regalos, las sonrisas y los juegos, esta fecha debería ser un recordatorio de los desafíos que enfrentan los niños colombianos y el compromiso colectivo de garantizarles un futuro digno.

Incluso, en una nación como la nuestra, donde la desigualdad, la pobreza y la violencia siguen siendo una realidad para muchos niños, el Día del Niño cobra una dimensión aún más significativa. Es una oportunidad para reflexionar sobre el acceso limitado a la alimentación, la educación de calidad, la falta de atención médica adecuada y las condiciones precarias en las que muchos pequeños colombianos se ven obligados a crecer.

Precisamente, ha sido la desnutrición infantil, una problemática sensible que tanto nos preocupa y que ha venido en aumento en Colombia, dado que para 2023 se presentaron 24.226 casos en menores de 5 años, lo que representa un 14% más que en 2022, siendo La Guajira, Antioquia y Cundinamarca los departamentos con más altos índices.

Celebración del Día del Niño en la Ventana al Mundo.

Recordemos que la pandemia de COVID-19 ha exacerbado estas desigualdades, exponiendo aún más las brechas existentes en la sociedad. Muchos niños han visto interrumpida su educación, han perdido el acceso a servicios de salud básicos y se han enfrentado a un aumento en la violencia doméstica. Es fundamental que como sociedad nos comprometamos a abordar estas injusticias y a garantizar que todos los niños tengan igualdad de oportunidades para desarrollar todo su potencial.

En este sentido, el papel del Gobierno, el Congreso de la República, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad en su conjunto, es fundamental. Esperamos que se siga fortaleciendo la inversión en programas que promuevan la educación inclusiva, el acceso a la atención médica y la protección de los derechos de la infancia. Además, desde el legislativo, invitamos a los alcaldes, gobernadores, concejales y diputados a afianzar estos esfuerzos en sus ciudades, municipios y departamentos, para reforzar los derechos de los niños mediante programas y estrategias que le proporcionen a los menores un entorno más seguro y propicio, para que su crecimiento y desarrollo se dé en un escenario libre de violencia y explotación.

Sin embargo, en lo que respecta a lo educativo, esperamos que los anuncios hechos en diciembre por el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Educación, en el sentido de ampliar en este 2024 la planta docente en 10.709 nuevos cargos para garantizar una educación con calidad, pertinencia y equidad, se cumpla como debe ser, para auspiciar una mejor calidad educativa para nuestros niños.

Ahora bien, frente a la situación de inseguridad que vive el país, nuestro principal objetivo debe apuntar a preservar y cuidar el tejido social de los hogares, procurando que el Gobierno neutralice la crueldad que trae el desplazamiento de familias y el reclutamiento ilegal de niños, pues esto se constituye en un crimen de Lesa Humanidad. En este epicentro, nos duele cómo la escalada militar de los grupos subversivos y narcoterroristas está en aumento, lo cual está repercutiendo en el crecimiento de los desplazamientos y en el secuestro de niños para llevarlos contra su voluntad a delinquir por la vía bélica.

Por tanto, el Día del Niño debería ser un llamado a la acción para cada uno de nosotros como individuos. Todos tenemos la responsabilidad de contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a mejorar las condiciones de vida de los niños colombianos. Ya sea a través de donaciones, voluntariado o simplemente siendo conscientes de nuestras acciones y palabras, cada gesto cuenta en la construcción de un futuro más justo y equitativo para las generaciones venideras.

De esta manera no solo aportamos también a la salud mental de los infantes, contribuyendo a que los niños puedan aprender a controlar sus emociones desde pequeños, sino que también fomentamos el cuidado de estos para que no tengan acceso a las drogas o cualquier otro tipo de sustancia alucinógena.

Por eso, todos los años en que se conmemora el Día del Niño, hagamos más que simplemente celebrar. Comprometámonos a trabajar juntos para construir un mundo donde todos los niños puedan crecer felices, sanos y seguros, con la oportunidad de alcanzar sus sueños y aspiraciones. Ellos son el tesoro más preciado de nuestra sociedad, y nuestro deber es asegurarles un mañana mejor.