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El capitán Enrique Lequerica

“Todos somos ignorantes, lo que pasa es que ignoramos diferentes cosas”  E. Lequerica

Hay personas a quienes el carácter sobrepasa, es decir, esos que hablan contigo y te logran intimidar, que tienen una explicación profunda para cada cosa, que te hacen sentir ignorante por el tamaño de su sabiduría, esos, a los que no puedes cerrarles la conversación con un simple ok, pues te aventuras a recibir de respuesta un “¿ok qué?…”. Esos que lo han vivido todo, y cuya honorabilidad les da el sustento para decir abiertamente lo que piensan, aunque con ello ahonden heridas.

¿En un pueblo chiquito quién es capaz de controvertir al gobernante sin importar la robustez de aquel?, lo puede hacer quien por su madurez esté por encima del bien y el mal, ese al que más le pueda el decoro, la dignidad y el sentido de lo correcto, el mismo que nunca  supondríamos vendiéndose por un plato de lentejas.

Claro, cuando no se logra matizar el temple, se corre el riesgo de terminar siendo una especie de paria para los poderosos, te pueden catalogar de amargado, negativo,  te sacan el cuerpo y tampoco escuchan. A la larga, a nadie le gusta que le enrostren sus propias debilidades y mucho menos los comportamientos indecorosos en que han incurrido.

Es complicado, lo sé, pero mucho bien le hace a la sociedad tener este tipo de personajes que fungen de conciencia colectiva, que en su perorata ideológica logran aterrizarnos a lo esencial. Además cuentan con una característica extraña pero real, por lo general casi siempre tienen la razón.

Enrique Lequerica Otero, oficial de Marina

Conozco a varios así y me honro con su cercanía. Sé que cuando estoy con ellos debo pensar muy bien cada una de las palabras que espete, pues aunque son de corazón henchido de nobleza, nos les interesa el término medio. Si no aciertas, fácilmente puedes adentrarte en un interminable torbellino de divagaciones, pero si te concentras y aguzas tus sentidos, con seguridad, de cada encuentro, podrás salir fortalecido, más edificado, pues sus aportes y sapiencia son de excelsa valía. Es del tipo de gente que frecuentas con papel y lápiz.

Todo esto, para señalar el hondo pesar que produce a familiares, amigos y a la ciudad de Barranquilla, la partida del Capitán Enrique Lequerica Otero, oficial de marina de la ENAP, navegante, agente marítimo, corredor de fletamento, diseñador de embarcaciones, consultor marítimo, fluvial y portuario, historiador; asociado a ACINPA. Un ser humano excepcional que logró vivir varias vidas, todas emocionantes y aventureras, eso sí, ninguna desviada de sus convicciones.

Con el repentino fallecimiento del Capitán Lequerica, encallan un mar de conocimientos y un río de oportunidades para el territorio. Por fortuna fue un escritor compulsivo, y sus pensamientos, conclusiones, estudios sobre el mar y el río quedan  eternizados en las miles de cuartillas que supo parir y compartir. Qué importante sería poderlas recopilar. Que el montón de políticos y burócratas “expertos” que por conveniencia o ignorancia lo esquivaron, hoy lo puedan consultar a través de sus escritos, pues todo lo que se quiera decir sobre la navegabilidad y el desarrollo portuario en Colombia, ya él una vez lo dijo y documentó.  Sí, Enrique Lequerica  fue una especie de Pelé para el sector marítimo, fluvial y portuario de Colombia, su memoria vivirá.