En Marzo de 2013 moría Hugo Chávez, Michele Bachelet quien en ese momento era ya Directora de ONU MUJERES; compungida, expresó sus condolencias a quien en sus palabras fuera su “amigo personal y un entregado a su pueblo”. La dos veces Presidenta de Chile es una mujer de ideología liberal y de izquierda, no son un secreto sus coincidencias con quien fuera el hombre todopoderoso de Caracas. Por eso, la distancia que hoy marca del sucesor de El Comandante, es una situación que vale la pena ser analizada.

La ex Mandataria chilena hoy funge como Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, uno de los cargos más importantes del planeta en el plano político. Así que en la medida que la situación se fue poniendo cada vez más tensa en Venezuela en materia de violencia; los detractores de Bachelet saltaron a señalarla de indiferente ante el ocaso al que se arrastraba la nación sudamericana. Y es que tal vez en un exceso de prudencia, la gran amiga de Hugo Chavez en una primera visita al país con peores índices de calidad de vida en esta zona del continente, no se pronunció de manera radical como se esperaba ante las grandes violaciones sistemáticas a la oposición no solo política, sino a la civil.

Posiblemente Bachelet, conocida por ser una gran estratega, esperaba que la coyuntura venezolana se pacificara al menos un poco antes de sentar una posición. Sin embargo, la cosas en el hermano país tan solo empeoraron, cada día las cifras decaen, y la población esta presa de un auténtico infierno. Aquella bonanza petrolera de antaño desapareció y con ella se llevó al Estado pujante que conocíamos.

Hoy la chilena esta en el peor de los mundos, pues se ha visto obligada a realizar un informe sobre el estado de los DDHH en Venezuela, y aunque matizado; el documento no cumple con las expectativas de ninguna de las dos esquinas. Bachelet desde la ONU, hiere las fibras del Chavismo pero tampoco complace a los mayores opositores del régimen.

Maduro la declara como enemiga y los medios la tildan de “ciega”. Difícil momento el que atraviesa la mujer más poderosa de latinoamerica, sin embargo la opinión pública que por estos días la acribilla, no debe olvidar ni su legado en Chile ni sus buenas formas que siempre han sido ejemplo para nuevas generaciones de políticos. Habrá que esperar para saber, si logra Michelle con su conocido tesón y su gran habilidad, abrirse paso en este maremoto que enfrenta ante la comunidad internacional.