La muerte del niño Rayan tiene a todo Marruecos en ‘shock’

Todo Marruecos está en estado de ‘shock' tras conocer la muerte del pequeño Rayan, el niño de 5 años que pasó más de cien horas atrapado en el fondo de un pozo de 32 metros de profundidad.

Pocos minutos después de que a las 21.30 de la noche sacaran el cadáver del pequeño del fondo del pozo, el Gabinete Real informó de la muerte de Rayan en un comunicado.

Nada más conocerse la noticia de su muerte, las redes sociales se llenaron con fotos del pequeño y mensajes de cariño y pésame dirigidos a su familia.

El caso de Rayan mantuvo a todo Marruecos y al resto del mundo en vilo. Muchos esperaban el "milagro" de poder sacar con vida a Rayan, pese a lo complicado del dispositivo de rescate y el estado de salud del niño, que estuvo sin comida ni agua durante cinco horas, aunque sí con el oxígeno que los efectivos intentaban suministrarle en todo momento.

El rescate de Rayan resultó ser más penoso de lo inicialmente previsto. El terreno arcilloso, especialmente frágil, y las piedras encontradas en el camino ralentizaron la tarea.

Se hizo primero la excavación de una enorme brecha vertical de 32 metros de profundidad junto al pozo en la colina donde se encuentra la casa del pequeño. Una vez alcanzada esa cota, a la altura del fondo del agujero, se procedió a horadar un túnel horizontal hasta la cavidad donde estaba Rayan.

Un equipo con una camilla dirigiéndose al túnel agitó las esperanzas el sábado por la tarde, pero dos horas después aún quedaban 80 centímetros para llegar, que iban a ser excavados, avisaban los técnicos, con mucho cuidado para no crear derrumbes en la fase final.

Tras la salida de los efectivos con la camilla del niño todos exclamaban "Alá es grande" y cantaban el himno nacional en medio de aplausos, e incluso se llegó a mantear a uno de los efectivos de rescate. Todavía corría la voz de que el niño estaba vivo.

En cuanto se conoció la noticia de su muerte reinó de pronto un silencio en el lugar, mientras la gente fue abandonando la zona.

EFE

 

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