Durante el entrenamiento de este jueves en el estadio Édgar Rentería, quedó nuevamente evidenciado la forma de ser y la cultura de los japoneses.

Todo sucedió durante un momento en el que los peloteros de Japón, durante el entrenamiento que el campo interior del diamante del Édgar Rentería estaba con la tierra ya un poco batida, dificultando el fildeo y los trabajos que adelantaban.

Por eso, no cortos ni perezosos, los mismos peloteros tomaron los rastrillos que utilizan los encargados para peinar el campo y comenzaron a trabajarlo. En ese momento, los encargados de tal oficio, los de mantenimiento del campo, saltaron sorprendidos a encargarse de su labor.

Los peloteros de Japón, al principio no entendieron bien, pero al darse cuenta que los encargados iban a hacer la labor, literalmente se quitaron la gorra e hicieron la venia en agradecimiento a los trabajadores, una muestra más de la disciplina y la amabilidad de estos jugadores.