Apenas sonó el pitazo final una expresión típica de un barranquillero retumbó en La Troja: «nojoda estamos en Rusia».

Fue el grito de desahogo después de cinco días de espera cuando el pasado jueves el combinado patrio dejó escapar la clasificación al Mundial de 2018 en el Metropolitano.

Los sitios nocturnos de diversión aglomeraron a hinchas que a la distancia respaldaron a la Selección que despidieron 24 horas antes.

En el primer tiempo había expectativa y en el segundo tiempo las emociones aumentaron con el gol de James, al empatar Perú los ánimos se mantuvieron arriba y los tres minutos de reposición fueron para comerse las  uñas hasta que vino el grito final.