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El restaurante se especializa en la cocina tradicional francesa combinado con un toque de autor.

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Una apuesta nueva y enfocada a los sabores de la cocina más alta y destacada del mundo: la francesa, es la del restaurante Verbier.

En palabras del chef y propietario Andrés Mena, el sitio ofrece una experiencia gastronómica.

“Enrolla la cocina clásica regional francesa con los buenos vinos que están al alcance de la ciudad”, explicó el chef de 25 años de edad.

La idea de traer a Barranquilla un pequeño rincón de Verbier, un pueblo de Suiza, nació gracias a sus múltiples viajes gastronómicos en los que descubrió una comunidad que disfrutaba del buen vivir, el turismo y la gastronomía.

“Cuando vi el funcionamiento de la localidad (ubicada en el Cantón del Valais, situada en el distrito de Entremont, norte de Suiza, en la comuna de Bagnes), de un país que es netamente turístico, enseguida surgió la idea de tomar lo mejor de su servicio y ofrecerlo en Barranquilla”, explicó.

Ingredientes especialmente seleccionados

Todo lo que se realiza en la cocina de Andrés Mena se hace con altas técnicas de cocción y los ingredientes que se utilizan para realizar un viaje gastronómico inolvidable, son importados desde diferentes partes del mundo.

“Me gusta la calidad, por eso tengo que ofrecerle lo mismo a mis visitantes. A excepción de las frutas y las verduras, todos los insumos que utilizamos en mi cocina son traídos de diversas partes del mundo, ya que lo que buscamos es que los barranquilleros se deleiten con otros sabores y disfruten de un espacio de exclusividad”, manifestó.

El toque sutil de la elegancia

Desde los aromas, las mesas, en donde las personas disfrutan de sus platos hasta los cubiertos, el espacio goza de un ambiente sutil y elegante.

Verbier se esmera por la elegancia en un espacio íntimo y exclusivo. La música instrumental no puede faltar para crear el ambiente perfecto y el toque de modernidad se evidencia en la vajilla y en la estructura del edificio, que a pesar de estar en una casa republicana, fue renovado de acuerdo a las tendencias que se imponen en materia de confort y buen servicio.

“Procuramos que cada plato sea personalizado. Soy de los que hablo con los visitantes y les recomiendo la carta, un buen maridaje y por supuesto el postre”.

A la altura de los mejores restaurantes de Nueva York y Francia, Verbier se abre campo dentro de la oferta gastronómica de Barranquilla y rápidamente escala posiciones, convirtiéndose en uno de los más visitados y populares de la ciudad.

La especialidad de la casa

La carta está integrada por platos sencillos en los que se cuida la calidad y se les aplica la técnica correcta para dar un resultado magistral.

El lugar se convirtió en la ‘cuna de la codorniz’ en Barranquilla, ya que ningún otro restaurante ofrece este plato, a pesar de ser nuestro y de consumirse mucho en los municipios y pueblos del departamento.

La carta es una cultura de sabores que abarca 10 entradas y 12 platos fuertes. En  la oferta se pueden encontrar entradas como ‘Pulpo confitado en aceite de oliva, con habichuelinas y españolas de papa con paprika’; también ‘Garato de atún rojo’, ‘Crema de espárragos’, ‘Ceviche de corvina’, ‘Langostinos en salsa golf’ y ‘Aguacates marinados con caviar negro’.

“El pulpo es traído de México totalmente fresco”, reiteró.

En platos fuertes Verbier ofrece ‘Atún rojo sellado en tomillo’, Salmón a la plancha, con sabayón de ostras y jerez’; además ‘Róbalo con hongos salvajes’, Brandada de langostinos y tocino’, ‘Langostinos a la parrilla con fetuccini negro al limón’.

En aves y carnes rojas, el sitio cuenta con una carta amplia, compuesta por un ‘Magret de pato confitado en aceite de oliva  y sale al tartuffo’, ‘Lomo a la pimienta’, ‘Lomo a la primavera’, ‘Cochinillo’, ‘Osobuco de ternera estofado y risotto de vegetales’.

Andrés Mena recomienda el plato estrella de la casa: ‘Codorniz rellena de arroz Basmati con frutos secos’.

“Creo que nadie había vendido antes codorniz en Barranquilla así que me quise arriesgar. Gracias a esto el plato se convirtió en el más consumido y el ave viene directamente de Canadá”, dijo muy satisfecho el chef.

En pastas se ofrece ‘Raviolis de queso de cabra en mantequilla de panela y crocante de salvia’ y ‘Arroz salvaje con marisco’.

Los postres son realizados dentro del mismo restaurante y como insignia de la pastelería francesa, en Verbier no puede faltar el ‘Cremé brûlée’; asimismo ‘Volcán de chocolate’, ‘Cheesecake de frutos rojos’, y mucho más.

Los vinos y un buen café

La cava de Verbier está compuesta por los tradicionales vinos de Chile y Argentina. De igual manera se está incursionando con cepas del viejo continente, siendo Francia la opción predilecta del restaurante.

“Tengo más de mil botellas de vino y 140 referencias”, dice con orgullo Mena.

El café también es especial en Verbier ya que trabajan con un café italiano, tras una selección de todos los granos del mundo y los mezcla para crear una bebida de sabor magistral.

Perfeccionando y profesionalizando su pasión

Con picardía recuerda que su mamá no quería que estudiara cocina y decidió mandarlo a Italia luego de que culminara sus estudios en Barramquilla para que se “le quitara la fiebre por la cocina”.

“Hice un curso de cocina en el país y la fiebre se me subió a los más alto porque me enamoré mucho más  y comencé mi carrera en cocina profesional en el Colegio de Gastronomía Gato Dumas. Trabajé por dos años en el Hotel Dann Carlton como director de alimentos y bebidas, con muchas experiencias, y se convirtió en mi segunda escuela”, concluyó.

Las reservas pueden hacerlas llamando al teléfono 3569459.