El festival durará tres días.
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Vuelve Estéreo Picnic, festival "ecléctico" con vocación internacional

El evento comienza mañana en Bogotá.

Más de cincuenta artistas, tres escenarios, seis millones de dólares en producción, 60.000 espectadores previstos, 2.600 metros de altitud, trenes, helicópteros y mucha música.

Estos son algunos de los datos de la octava edición del festival Estéreo Picnic, que comienza mañana en Bogotá y durante tres días capitaliza la fiesta musical alternativa y electrónica del sur del continente americano.

Sobre el escenario, un variado cartel que podría ser la banda sonora de marzo de 2017: The Weeknd, el nuevo niño malo del R&B; el incombustible dúo francés Justice; los que fueron salvadores del rock, The Strokes; un llena pistas como Martin Garrix, Caribou, y un sinfín de bandas que definen parte del estado actual de géneros como la electrónica, el hip hop, el rock o el reggae.

"El festival es ecléctico en cuanto a los contenidos de las bandas. Existen otros festivales de música similares pero no son del carácter independiente del Estéreo", declara Miguel Santacoloma, miembro de la organización.

Según la empresa promotora, la filosofía del festival trata de conjugar dos ideas: presentar artistas internacionales consolidados y apostar por nuevas ofertas de música colombiana.

"El equilibrio parte de la premisa de generar apuestas por un lado y por el otro", resume el portavoz.

Con bandas como Bazurto All Stars, Los Makenzy, Canalón De Timbiqui, Seis Peatones o con la histórica Totó La Momposina, los promotores consideran que cumplen y cubren la cuota nacional midiendo la buena temperatura musical del país.

El sabor personal y propio del festival viene ya de origen cuando en 2010, en su primera edición, solo acudieron 3.000 personas y el balance arrojó pérdidas económicas.

Pese a este arranque, en las siguientes ediciones, unas 200.000 personas han escuchado a cerca de 220 artistas internacionales como Jack White, Snoop Dogg, Red Hot Peppers, Skrillex o The Killers.

Según Santacoloma, el objetivo en todos estos casos ha sido la satisfacción de los aficionados y el equilibrio de géneros.

"El público fiestero y electrónico es fundamental para el Picnic. Cada edición se concentra en este grupo de gente para buscar las mejores opciones de artistas del momento", comenta.

Al margen del cartel, hay dos factores que han acompañado siempre la celebración del Estéreo Picnic: la lluvia y los atascos de acceso al Parque Deportivo 222, lugar donde se celebra, a unos 30 kilómetros del centro de la ciudad.

Respecto al tiempo meteorológico, Santacoloma comenta con optimismo bogotano que "la lluvia se mimetiza y se transforma en un personaje más del festival".

En el asunto de la movilidad -una verdadera pesadilla en la ciudad durante todo el año-, la organización han recuperado el denominado Tren de la Sabana, que hará cinco recorridos diarios.

Igualmente, ha coordinado distintas rutas de autobús con las empresas de transporte SITP y TransMilenio y, como novedad en Bogotá, se estrena un servicio de helicópteros que estarán disponibles en dos puntos de la ciudad.

Una vez dentro, el festival dispone de un "Hippie market" donde se puede comprar ropa, arreglarse la barba o tatuarse el nombre de la banda favorita en el brazo.

Además, cuenta con una zona de comidas, cuatro zonas wifi para asistentes, una aplicación móvil "Estéreo Picnic 2017" y un sinfín de sorpresas, según la empresa.

"Se trata de entrar en Un Mundo Distinto -lema del festival-, y mantenernos este enfoque musical. Hasta ahora, los resultados han acompañado", concluye Santacoloma.

EFE

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