María Claudia Freidel, gerente general de tiendas y droguerías Juliao, y su tía Margarita Juliao, auditora de inventarios
María Claudia Freidel, gerente general de tiendas y droguerías Juliao, y su tía Margarita Juliao, auditora de inventarios
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Cristian Mercado Duque

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Tiendas y droguerías Juliao: la botica que se reinventó 113 años después

“Seguimos siendo la botica del pasado, pero modernizada para las nuevas generaciones”, dice la gerente general María Claudia Freidel.

Si usted tiene en su casa creolina, agua de rosas o bicarbonato de sodio, probablemente pertenece a la generación de barranquilleros que creció con los productos que desde hace 113 años elabora tiendas y droguerías Juliao, un ícono comercial en la historia de la ciudad.

Muchos de los abuelos y papás mayores de 70 años son de la generación de clientes ‘fieles’ a esta marca pionera de la venta al detal de plantas medicinales que su fundador, el ciudadano judío Mordehay H. Juliao, importaba desde Europa.

Allí en su primera tienda de la calle 29 con carrera 40 empezó a elaborar fórmulas magistrales a base de manzanilla, romero y  laurel, entre otros, para aliviar todo tipo de malestares, como recuerda con orgullo una de sus nietas, Margarita Juliao. 

El agua y el tónico de rosas, creados por la boticaria Candelaria del Río, esposa de Enrique Juliao, uno de los herederos de Mordehay H. Juliao.

Fue tal el éxito desde sus inicios, que los médicos enviaban a sus pacientes con las fórmulas para que allí se las prepararan.

Desde 1910, esta marca hace parte del ADN y corazón del barranquillero, así como las supertiendas Olímpica y Junior.

Del formato tradicional hacen parte artículos para el cuidado personal y de las mascotas, hogar, control de plagas, perfumería, cuidado de la salud, aceites esenciales, ambientales y plantas medicinales.

Pedro Pacheco es empleado de tiendas y droguerías Juliao desde hace seis años.

Pedro Pacheco, quien lleva seis años en la empresa, dice que la gente sigue fiel a las plantas medicinales.

Él conoce como ninguno de los diferentes usos: la caléndula y la manzanilla son usados como relajantes y para la inflamación estomacal; el eucalipto descongestiona las vías respiratorias; el sen, la acacia y el boldo de la India ayudan con el estreñimiento, y el cloruro de magnesio, para reconstruir cartílagos.

Pacheco interrumpe la explicación para atender a uno de los clientes fieles, Humberto Hernández, barranquillero nacido y criado en Barrio Abajo.

“Llevo más de 40 años comprando en Juliao. Los productos son de buena calidad y los precios, lo mejor”, asegura, mientras se dirige directamente al bicarbonato de sodio.

Humberto Hernández, cliente fiel, escoge el bicarbonato.

“Aquí lo compro siempre, al igual que el champú y los ambientadores para el carro”, dice desde la tienda de la calle 93 con carrera 46.

Un aviso con el lema característico de la marca adorna la exhibición: “Si no lo encuentras en Juliao, no lo encuentras en ningún lao”.

La nueva imagen

La gerente general, María Claudia Freidel Juliao, explica que en estos nuevos tiempos había que pensar en una fórmula para lograr fidelidad entre las nuevas generaciones, la de los hijos y nietos de los clientes.  Y así lo hicieron desde el 2017.

La renovación de la marca contempló el cambio de logo y pasar del empleado que atendía detrás del mostrador al autoservicio.

Además de las tiendas y droguerías físicas de Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y Bogotá, habilitaron los envíos para todo el país a través de su página web.

Entendíamos que el cliente necesita tocar, conocer y oler el producto para que se lo lleve”, añade.

Las tiendas y droguerías Juliao generan 200 empleados directos.

María Claudia asegura que la marca sigue siendo la botica del pasado, pero modernizada a través de Tiendas Juliao Boticarios.

Lo que hicimos fue rescatar los productos con las plantas con las que empezamos. Hoy,  nuestro portafolio está enfocado a cuidado personal desde lo natural, lo que incluye rituales con fragancias y aceites esenciales”, explica.

“Molemos hojas, tallos y semillas para extraer los aromas que perfumaron tu vida. Seleccionamos lo más puro de la tierra para brindártelo. Creemos en el poder de la naturaleza y en lo que nos ofrece para nuestro cuidado”, son las frases que más repiten María Claudia y Margarita, dos de las orgullosas herederas del legado de Mordehay H. Juliao, que luego asumieron sus hijos Enrique Juliao y su esposa Candelaria del Río, la creadora del agua de rosas y tónico de rosas, dos de los productos insignia de la compañía.

María Claudia Freidel, gerente general, destaca el formato de Tiendas Juliao Boticarios

“Compartí con mi papá alrededor de 15 años en la empresa. Él me transmitió un legado rico en conocimientos y valores que fueron las bases para poder dirigir junto con mis hermanos Ernesto y Mariela durante más de 40 años. Mi papá fue una persona muy querida por sus empleados, buen jefe, con grandes valores, un hombre con un gran sentido del servicio”, asegura.

Del portafolio hacen parte la línea de rituales esenciales para la serenidad, reactivar energía y la concentración, entre otros.

Para la salud, recomiendan la miel de abejas del árbol de acacia; la infusión esencial de eucalipto, romero y clavo; la sal de Epson, y el cloruro de magnesio.

En la línea del hogar aparecen los aceites ambientales, velas, limpiadores y desinfectantes.

Las aguas de tocador son otros de los productos de mayor demanda a lo largo de varias décadas, asegura Margarita Juliao. Allí están, por ejemplo, la fragancia concentrada azahar, el agua perfumada de cedro, jazmín y bergamota, y la salvia océanica.

Las tiendas y droguerías Juliao tienen dos laboratorios: uno para los cosméticos y el cuidado personal, y otro de aseo para desinfectantes desengrasantes y limpiadores de baño.

La tienda Juliao que abrieron en Bogotá.

A tono con la defensa del planeta, están elaborando sus productos con materias primas biodegradables, mientras que el diseño de los empaques son amigables con el medio ambiente.

A mediano plazo quieren seguir creciendo con tiendas físicas en otras ciudades del interior.

Seguimos aquí esperándolos para que usen nuestros perfumes, acaben con las cucarachas, cuidarles la piel con agua de rosas y mucho más. Porque como dice nuestro lema: "Si no lo encuentras en Juliao no lo encuentras en ningún lao”, asegura la gerente general.

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