A las 7 y 30 de la noche, el Museo Bolivariano de Soledad se convirtió en el escenario de una velada bohemia. La Noche de Boleros, Baladas y Poemas fue el espacio en el que los amantes de los versos y las melodías sentidas, vibraron al compás de rimas y guitarras.

El evento, organizado por la Secretaría de Cultura del Municipio, fue ambientado por la luz de la luna, la brisa decembrina y el romanticismo de la mansión colonial.

"Cómo decía Gabriel García Márquez, ‘el bolero es una novela corta con duración de tres minutos’. Para mí, el bolero es la mayor exaltación que se le pueda hacer a una mujer, es la mayor expresión de amor. Quiero que la Secretaría de Cultura siga trabajando por rescatar esto", señaló Arturo José Figueroa, bolerista.

A igual que Figueroa, alrededor de 15 artistas, entre poetas y músicos, tuvieron la oportunidad de demostrar su talento. Se destacaron las intervenciones de Fernando Isaza, quien deleitó a los asistentes con un sentido poema, así como las del  maestro y músico Evaristo Domínguez y su colega Robinson Cervantes.

Mientras avanzaba la programación, las ovaciones del público demostraban que el beneplácito era colectivo. Las parejas se levantaron a bailar, los rostros denotaban felicidad.

"Estoy gratamente sorprendida con este evento. La Secretaría de Cultura, por medio de este espacio, ha logrado que muchos recordemos nuestro ayer. ¡Qué bonito que tengan en cuenta a todos, en especial a los adultos mayores!" , resaltó Roxana Barrios, asistente al evento.

Con eventos como la Noche de Boleros, Baladas y Poemas, la administración del alcalde Joao Herrera  sigue en su firme propósito de propiciar espacios en los que los soledeños puedan encontrar un renacer cultural y una diversidad de actividades para el sano esparcimiento.