Gabriel García Márquez y su infancia será dada a conocer en Barranquilla.
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EFE

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Secretaría de Cultura conmemora segundo año del fallecimiento de Gabo recordando su niñez

En un conversatorio abierto para toda clase de público.

Para conmemorar los dos años del fallecimiento de Gabriel García Márquez, un grupo de sus amigos y profesores ha organizado para este viernes 15 de abril, a las 9:30 de la mañana, un conversatorio sobre su infancia y la importancia de su familia, en la sede de la Secretaria de Cultura, Patrimonio y Turismo de Barranquilla, ubicada en el Edificio de la Intendencia Fluvial.

El año anterior, en el primer aniversario de la muerte de Gabo, el homenaje de Barranquilla fue con la entrega formal por parte de la Alcaldía Distrital del bulevar y el Monumento Mariposas Amarillas, en el Centro Histórico, sector de la carrera 46 con Vía 40, antiguo Sanandresito.

En esta oportunidad, el homenaje es para recordar su niñez, que según sus amigos y profesores fue una época en que ya se sentía su interés por las letras, además de las relaciones con sus familiares en su tierra natal Aracataca.

Acerca de su infancia

Gabriel García Márquez creció como niño único entre sus abuelos maternos y sus tías, pues sus padres, el telegrafista Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez, se fueron a vivir, cuando él contaba sólo con cinco años, a la población de Sucre.

Los abuelos de García Márquez eran dos personajes bien particulares y marcaron el periplo literario del futuro Nobel: el coronel Nicolás Márquez, veterano de la guerra de los Mil Días (1899-1902), le contaba a Gabriel infinidad de historias de su juventud y de las guerras civiles del siglo XIX, lo llevaba al circo y al cine, y fue su cordón umbilical con la historia y con la realidad.

Doña Tranquilina Iguarán, su cegatona abuela, pasaba los días contando fábulas y leyendas familiares, mientras organizaba la vida de los miembros de la casa de acuerdo con los mensajes que recibía en sueños: ella fue la fuente de la visión mágica, supersticiosa y sobrenatural de la realidad. Gabriel García Márquez aprendió a escribir a los cinco años, en el colegio Montessori de Aracataca.

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