Las series de televisión en plataforma 'streaming' sobre iglesias inundan la pantalla.
Las series de televisión en plataforma 'streaming' sobre iglesias inundan la pantalla.
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Captura de pantalla.

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Pastores e iglesias evangélicas, en la mira de la TV ‘streaming’

Productores y guionistas fijan sus historias en escándalos políticos, corrupción, tráfico de drogas, lavado de dinero y abuso de menores, que se dan en algunas comunidades religiosas.

El papel y manejo de la fe religiosa que hacen ciertos pastores encargados de dirigir algunas iglesias que funcionan al margen del catolicismo tradicional y mayoritario, se ha convertido ahora en temas favoritos de las plataformas ‘streaming’, el nuevo modelo de hacer y ver televisión en el mundo.

Con diferentes tipos de argumentos en el que mezclan lo político, la corrupción, el tráfico de drogas, lavado de dinero, y el abuso de menores, entre otros delitos que terminan concertados con la religión; la pantalla doméstica por suscripción muestra una oferta de historias de corte latino y norteamericano sobre esta temática.

Hechos que antes no se trataban pues resultaban tabú, o por lo menos espinosos para mostrar en televisión, ya no lo son, y adquirieron carta de navegación en este formato televisivo que penetra en forma masiva a los hogares.

Producciones en pantalla 

‘El Lobista’, una producción argentina de 10 episodios que está en su primera temporada por HBOMAX; ‘El Reino’, serie igualmente argentina de 8 episodios, también en su primera temporada a través de Netflix; y ‘Greenleaf’, serie norteamericana que lleva ya 5 temporadas, asimismo por Netflix, constituyen la actual oferta en la parrilla ‘streaming’ que involucra a pastores, sus familias, intrigas, consejas, manejo de dinero ilícito, e incluso homicidios, todo amparado en el supuesto “nombre de Dios”, y con el respaldo de vastas congregaciones.

Escena de la serie 'El lobista'

“Creemos que hay un plan para desacreditarnos, para generar desconfianza en lo que hacemos, en la voz que levantamos en temas como el de la familia”, manifiesta sobre estas producciones el pastor de la iglesia ‘Sin fronteras’, David Bayuelo Espitia, en diálogo con Zona Cero.

El religioso agrega que considera que existe una tendencia a desprestigiarlos e incluso a difamarlos.

“Nos colocan en una posición en la que tratan de restarnos credibilidad con historias que no son verídicas”, sentencia.

Algo diferente conceptúa Jesús Arroyave, experto en contenidos mediáticos y docente del área de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte, quien sostiene que simplemente son opciones de mercado.

“Hay que aclarar que no es una tendencia adrede, ni de teorías conspirativas de este medio audiovisual hacia lo religioso. No es cierto. Es la competencia, la proliferación de ofertas que abre un abanico de temas que no se habían tratado antes, que no habían alcanzado visibilidad, como el homosexualismo, el lesbianismo, las minorías étnicas, que antes estaban por fuera del mercado”.

Qué se ha hecho en Colombia

En la televisión que se hace en Colombia este tema religioso fue abordado tangencialmente hace algunos años, pero no en las tradicionales telenovelas o series que los canales producen “como arroz”.

Vino cargado de mucha gracia e ingenio de la mano del célebre comediante paisa David Alberto García Henao, conocido como “Jeringa”.

En el histórico programa Sábados Felices del Canal Caracol, el artista presentó en diciembre de 2012 un ‘sketch’ escenificando la supuesta prédica ante sus fieles de un pastor al que llamó el “hermano James”.

El comediante 'Jeringa' interpreta al 'hermano James'.

Se trató de una sátira pura barnizada de abundante gracia, que se refería sobre todo a la captación de dineros por parte del mencionado pastor, una de las partes más cuestionados en la estructura de estas iglesias.

“Tal como ha pasado con determinadas realidades y temas de la historia, por ejemplo el holocausto, capos de la droga, etc; las prácticas que se dan en algunas religiones se han convertido ahora en un gran filón para libretistas y productores  televisivos, que ha tenido muy buena acogida, algo normal en los ciclos del nuevo cine, nada especial contra lo religioso”, expresa también el abogado Cristóbal Barros Castro, asiduo aficionado a este tipo de entretenimiento.

Serie pionera 

La serie norteamericana ‘Greenleaf’, producida para Netflix por la afamada presentadora, actriz y filántropa estadounidense Oprah Winfrey, fue tal vez la pionera de este tipo de historias con la puesta en escena de la serie sobre una familia en la que casi la totalidad de sus integrantes son pastores afros que manejan una poderosa mega iglesia con viso empresarial, alrededor de la cual gira toda la vida y actividad de la familia.

Familia Greenleaf cuya vida gira alrededor de una mega iglesia.

Con una suntuosa producción hay de todo en la historia: pederastas, traiciones, envidias, peleas de familia, infidelidades de parejas, consumo de drogas, tráfico de influencias, muertos, y sobre todo el manejo de montañas de dinero. 

En el estreno en el canal Oprah Winfrey Nework, ‘Greenleaf’ alcanzó en Estados Unidos una audiencia de 30.4 millones de espectadores.

Wl 'pastro Emilio', protagonista en la serie 'El reino'.

La argentina ‘El Reino’ no se va por las ramas, y con candidato presidencial asesinado que es reemplazado por el “pastor Emilio Vásquez Pena”, líder espiritual de la “iglesia del Reino de la Luz”, muestra los bajos instintos de este religioso que se aprovecha sexualmente de un grupo de niños de escasos recursos a los que la iglesia le brinda asistencia social.

Lo del abuso sexual de menores, que no es poca cosa, se mueve en torno a un mar de sucesos delictivos que incluye la captación y lavado de activos, en medio de confabulaciones políticas al más alto nivel presidencial, con repartos burocráticos a bordo.

“La única garantía de crecimiento para nuestra iglesia son los senadores que aprueban las leyes que nos gustan, y boicotean aquellas que no queremos…” afirma en un episodio de la trama ‘la pastora Elena’, esposa del ‘pastor Emilio’ candidato presidencial.

También al mejor estilo de lo que se conoce en el medio político colombiano, ‘Rubén Osorio’, el gestor de la campaña presidencial del pastor Emilio, reúne a miembros de la iglesia y crea un plan para que desde casa, “con un computador básico o un teléfono sencillo”, entren a manipular a los votantes.

Este es el modelo de las mencionadas ‘bodeguitas’ denunciadas en Colombia, y que algunos partidos las utilizan para maniobrar campañas proselitistas con mensajes basados en falsedades y mentiras.

“Hoy la gente se informa por las redes sociales (…) hay que mandar videos, pero no cualquier video, ni al azar, tienen que ser personalizados. A la comunidad judía, le mandamos un video donde el candidato en una ceremonia por el holocausto no pone flores. A un grupo provida se le envía algo ambiguo del candidato a favor del aborto. Cada usuario es un mundo y un voto para controlar”, explica igualmente Osorio.

En cuanto a ‘El Lobista’, dirigida por Daniel Barone, los escándalos se dan por cuenta del ‘pastor Ospina’ y su iglesia de la ‘Sagrada Revelación’, e incluye a mafiosos mexicanos en medio de sus componendas de tráfico de narcóticos, blanqueo de dinero y compraventa de armas y municiones. 

Todo un dossier criminal en medio de lujos que Ospina llama “emprendimientos propios de la iglesia”, mientras delinque y se lucra a raudales.

“Son miradas críticas que antes los realizadores dejaban de lado, pero alguien dijo, ‘aquí hay un fenómeno  importante que mostrar’, y empezó todo”, agregó Jesús Arroyave en su diálogo con Zona Cero.

El académico también recordó que este mercado audiovisual tiene en pantalla Camorra, una serie italiana en la que se cuestiona al Vaticano.

“Destapa la corrupción del catolicismo  para que sea vista en el mundo, lo que antes se conocía en libros ahora está en la televisión”, señaló también Arroyave.

El pastor Bayuelo Espitia, quien es comunicador social, reconoce lo siguiente:

“Hay que hablar con honestidad, se han dado ciertas cosas en nuestras iglesias porque hay manzanas podridas, lo que también ha pasado en lo que conocemos como la iglesia tradicional, pero resaltar estos hechos por encima de lo que hacemos bien, abre la puerta para generar desconfianza en la palabra de Dios que llevamos”.

Como sea la polémica está planteada, y son temáticas que captan rápido la atención de las audiencias y convierten estas producciones en éxitos totales que mueven mucha discusión y opinión sobre esta hojarasca televisiva.

En tanto las productoras terminan o comienzan los episodios con la conocida frase: “Los hechos aquí narrados son ficticios cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”.

 

 

 

 

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