El Carnaval de Barranquilla se bailará al ritmo de los XXIII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe. El sabor de las 37 naciones representadas en las justas se podrá apreciar durante el desfile de la  gran Batalla de Flores este sábado a lo largo de la Vía 40.

En la apertura del evento con el que se inicia el Carnaval, la carroza de los Juegos Centroamericanos y del Caribe dará, desde ya, la bienvenida a los deportistas y turistas de los países que durante 16 días, del 19 de julio al 3 de agosto, competirán por llevarse el título de las justas.

La carroza fue diseñada por Rafael Polanco y rinde homenaje al deporte entre flores y tambores representativos de la Región Caribe. En ella irá el anfitrión de los juegos, Baqui, el mono tití cabeciblanco, acompañado por la Miss Mundo Colombia 2017-2018, María Beatriz Daza Núñez.

Los mejores deportistas del Atlántico, seleccionados por las ligas de deportes departamentales a través de ALDA, serán los encargados de abrir el desfile y portar las banderas de los países que asistirán a los XXIII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.

El traje de fantasía

Miss Mundo Colombia lucirá un traje de fantasía diseñado por Juan Francisco Padilla, docente integrante del grupo de investigación de ecodesarrollo del proyecto Cultura Caribe del programa de Diseño de Modas de la Universidad Autónoma del Caribe, con la colaboración de la directora del Programa Astrid Barrios.

El vestido está inspirado en el croquis pictográfico que enlaza los 37 países que participarán en las justas deportivas y llevará los colores olímpicos, destacándose entre ellos el azul, que representa el agua, elemento emblemático de ese particular encuentro entre el Río Magdalena y el Mar Caribe.

Elaborado en Paillet de lentejuelas, strass recamado en cristales de Swarovski y bellísimas plumas de avestruz, que evocan la estela que dejan las embarcaciones al transitar por nuestras aguas, esta pieza confeccionada por el artista César Jiménez quedará exhibida en la Intendencia Fluvial, luego de las carnestolendas.