Por Helkin Alberto Nuñez Cabarcas, especial para Zonacero.com

De su origen se establece que vino procedente de unos talleres de arte religioso de Barcelona, región española donde se estructuró sus bases en yeso fino, moldeada por sus estructuras de alta definición corporal y acompañada de unas características de estructura religiosa propia de Europa, concretamente de España.

Este estilo barcelonés que representa nuestra virgen fue aplicado al arte religioso a finales del siglo XIX y prueba de ello existe en Murcia un conglomerado social en donde veneran la imagen de la virgen del Carmen y cuyo escenario es la Iglesia Parroquial de la población de Lopagán. 

Es zona turística y viven a la orilla del mar. Es quizás una de las imágenes en esta región ibérica que reúne las condiciones características semejantes a las que veneramos en nuestra población; entre sus características específicas se destacan el fino yeso aplicado en cara, manos y pies, además la abundante cabellera en forma de rizos, las dimensiones en altura y otras semejanzas con el niño, es una escultura también de vestir como la nuestra en ambos casos.

Esta pieza religiosa data del siglo XVIII. Nuestra imagen aparece a mediados del siglo XX gracias a la llegada de los Padres Jesuitas a la ciudad de Barranquilla, los cuales tenían la misión fundamental de fundar el Colegio San José. En manos del Monseñor Brioschi se ejecutan las primeras labores espirituales a la naciente población y conglomerados en esta parte del caribe, las labores espirituales en esta población cuando era distrito y las respectivas agregaciones de Salgar, La Playa y Sabanilla; esta labor religiosa duró aproximadamente diez años y luego es entregado a la arquidiócesis de la Capital Barranquilla. Es así como para esos años las diversas acciones religiosas estaban centradas en el corregimiento de Salgar y como Puerto Colombia no tenía iglesia, solamente existía una pequeña casa de adobe y techo de paja ubicada cerca al cementerio de la época, sus paredes estaban hechas con retazos de lona vieja que sirvieron alguna vez para cubrir la mercancía que se quedaba en el atracadero en periodos de lluvias.

Con dicho panorama a mediados de 1.903 es recibido a dar las primeras misas el primer párroco nombrado por la arquidiócesis, don Bernardino de Orihuela; al igual que las demás congregaciones religiosas, entre los cuales estaban los Carmelitas, Jesuitas y Franciscanos los que se dieron a la tarea de cimentar los principios de fe y religiosidad a la Virgen del Carmelo. Por ello la misión de la Orden Terciaria franciscana fue lograr difundir la devoción a la santísima Madre en la Iglesia del Rosario de Barranquilla y fue así como se extiende esta pasión a todos los rincones de su jurisdicción político administrativa.

La devoción por la Virgen del Carmen en esta población se manifiesta a mediados de las primeras décadas del siglo XX en la antigua capilla ubicada en la Calle Benjamín Herrera y antiguo Cementerio; estas primeras misas fueron en dicho lugar y los actos religiosos estaba acompañados de la imagen de la santísima que era traída de la Iglesia del Rosario. Esta peregrinación estaba coordinada por la distinguida señora Beatriz de Aycardi. Para los días que la imagen era traída a esta población, era guardada en una casa de familia al igual que los demás elementos religiosos y la custodia general estaba a cargo de doña Vicenta Peñate de Ariza persona que pertenecía a la orden religiosa franciscana; por ello esta hospitalidad era de varios días y el cuidado a la virgen era especial.

Afiche conmemorativo en su Centenario.

Esta vivienda de la familia Ariza Peñate si se observa en su interior, se puede considerar la primera parroquia de esta localidad, los espacios en sala y comedor semejan una capilla, asimismo lo dicen sus pequeños arcos y espacios ovalados en forma de ventanas que divide la vivienda; fue ahí en dicho lugar donde la imagen de la Virgen del Carmen era resguardada por muchas semanas para los diversos actos y liturgias programadas por las órdenes religiosas Carmelitas y Franciscana establecidas en esta jurisdicción.

Muchas historias se han tejido con el transcurrir de esta existencial fe por la Virgen del Carmen, se sostiene que vino en un buque español y que la caja donde estaba ella guardada, quedó por muchos años rodando en el malecón del atracadero del muelle, hasta que un curioso logró abrirla y al contemplar la imagen casi perfecta de la Virgen, improvisaron una capilla y nacía la devoción por ella. Una de las tantas historia en boca de muchos abuelos decían que se descargaron dos cajas que pesaban mucho de un gran buque blanco que ellos llamaban los “Santa”, estas cajas eran muy pesadas y el aforador tenía que verificar que era lo que contenían dichas cajas; una vez el requerimiento de verificación de la mercancía decía que eran dos imágenes de la Virgen del Carmen, una grande y otra pequeña, destino una para Barranquilla que era la de mayor dimensión y otra para Puerto Colombia la de menor dimensión.

Su Santuario Mariano fue erigido el día 13 de mayo de 1987 mediante la Resolución número 1.110, siendo párroco Luis Alberto Martínez Macías y Arzobispo de Barranquilla, German Villa Gaviria.

La historia continúa cuando estos protagonistas justificaban la forma como se apoderaron de la virgen de mayor dimensión y cambiaron los destinos de tal forma que la imagen más grande se quedara en esta población. Pero el cuento es otro, con documentos comprobatorios como fue la noticia aparecida en un diario local de la época, más concretamente en el año de 1.912, cuando se destaca el obsequio que la Iglesia del Rosario hace a esta población, donando la imagen de la Virgen del Carmen y quedar siendo la patrona de este municipio. Como Puerto Colombia en estas primeras décadas no tenía iglesia, es en casa de los Ariza Peñate donde se guardaría la imagen de nuestra patrona hasta mediados de 1.922, fecha en la cual se inician los trabajos de construcción de la iglesia. Pasaron muchos años y la devoción por la Imagen de nuestra patrona cobra mucha fuerza hasta que a mediados de junio de 1.941 se instauran a nivel nacional las recordadas y famosas Fiestas del Mar en Puerto Colombia.

En manos de Jorge Pérez Gómez sacerdote de esta población por esos años, instaura y funda esta fiesta con carácter religioso y que con el transcurrir del tiempo se volvió comercial; lo importante para esos años era que la virgen era partícipe a partir de esa fecha, para los actos religiosos del 29 de Junio en honor y culto a San Pedro y San Pablo, cuando se oficiaba la abigarrada Misa Campal. Esta misa era parte esencial de las primeras fiestas marinas que años más tarde se convirtieron en grandes casetas en la plaza principal, ruedas de cumbias en varios puntos importantes de la población, las famosas ruletas y juegos de azar.

Pero lo más importante fue lo ocurrido en el año de 1.954, cuando la Casa Mariana de Barranquilla organizó el Congreso Católico, instalándolo en el Estadio de Fútbol Romelio Martínez y fueron congregadas todas las imágenes marianas de varias municipalidades del departamento del Atlántico; una vez clausurado el evento la imagen de la Virgen del Carmen de Puerto Colombia fue clasificada por muchos feligreses como la más hermosa de todas las reunidas ahí. El fervor por la fe ante la imagen de la excelsa patrona, sigue siendo el aspecto religioso más sólido de la costa Caribe Colombiana, esto lo justifican las diversas y masivas caravanas a que se ven sometidas sus fiestas, los cuales se hacen partícipes de la peregrinación a la gruta que se encuentra en el sitio conocido como Monte Carmelo (La Ye) y la tradicional del 16, en la que se recorre a la imagen por las diferentes calles y carreras de la población.

Además la incorporada del 16 de agosto donde nuevamente es sacada del templo, llevada en andas y paseada nuevamente. En la actualidad la Virgen del Carmen se ha convertido en la patrona de todas las localidades aledañas es también la salvación de muchas economías informales que a lado y lado del templo hacen lo suyo. Vendiendo escapularios de varias formas y modelos, medallas milagrosas y de multicolores, aditamentos autoadhesivos para los vehículos y también la selecta programación programada con antelación para vivir la otra fe la del goce y rumba, los días que la patrona considere necesario. Los días pasan y son más de un centenario que los porteños seguimos cargando una historia religiosa que se extiende diariamente a nuevas generaciones, con su Santuario Mariano y una feligresía que se multiplica, se sigue cumpliendo con los procesos religiosos en esta población costera.