Joselo, con su esposa Johanna y en cadena de oraciones.
Joselo, con su esposa Johanna y en cadena de oraciones.
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“Ha sido muy duro, pero todo es un milagro”: Joselo de Colombia tras superar Covid-19

El humorista costeño relata los terribles momentos vividos luego de resultar contagiado con el virus.

Desde su lecho de convalecencia, el humorista Joselo de Colombia narra la dolorosa y difícil situación que tanto él como su esposa Johanna Paola Ensuncho Hernández les tocó vivir tras resultar contagiados con el Covid-19.

En diálogo con Zona Cero, Joselo comentó que realmente fueron momentos dramáticos.

“Es un virus que ataca de muchas formas en el espíritu, en todos los lados. Caí junto con mi esposa. Nunca habíamos pasado por un una vaina tan cercana a la muerte como esta. Un dolor de cabeza infernal. Punzadas en todo el cuerpo como si te estuvieran haciendo un tatuaje. Un malestar horrible. Pasan los días y no ves mejoría”, señaló el humorista costeño, quien con su talento humorístico divierte a los colombianos a través de su espacio ‘El Show de Joselo’, en Atlántico en Noticias que dirige el periodista Jorge Cura Amar, los viernes, en Emisora Atlántico, y también con su participación en el programa ‘Sábados Felices’, que emite el Canal Caracol. Además de sus propias presentaciones en público.

Con su esposa Johanna en el lecho de convalecientes.

Recordó que el 11 de julio tanto él como su esposa comenzaron a registrar los síntomas asociados al virus, con dolores en todo en el cuerpo.

“Mi esposa casi se desmaya, se le bajó la presión. En principio tuvo una ligera recuperación, pero después se fue complicando. Mi esposa no bajaba la temperatura de 38,5. Es tremendo ver a la esposa quejándose todo el tiempo. El ataque espiritual, los sueños, sentir la muerte cerca”, reiteró.

Con el periodista Jorge Cura, en el Show de Joselo, en Atlántico en Noticias.

Con el paso de los días su esposa se mantuvo con fiebre altísima, generando una sensación de desesperanza, teniendo en cuenta que los pulmones también se encontraban comprometidos.

“Pero la fe es lo que tiene nos tiene con vida. Para la gloria de Dios ya ella se siente bien”, destacó.

Deleitando a los oyentes de Emisora Atlántico, en Atlántico en Noticias.

“Hemos tenido la presencia de Dios. Aquí sucedió un milagro. La frecuencia del oxígeno de mi esposa estaba en 74 y comenzamos a reprender y le llegó a 100 enseguida. Es un milagro que científicamente no tiene explicación”, manifestó.

Durante este tiempo también recibieron la solidaridad familiares y de amistades.

Haciendo del cuenta huesos, personaje de su amigo Juan Ricardo Lozano durante una Maratón del Humor Sábados Felices.

“Nuestros hijos orando por iniciativa de ellos. Ha sido muy grande la unión familiar buscando la salvación. Pastores de muchas iglesias orando en cadenas”, expresó Joselo.

Señaló que en su momento la EPS Sura brilló por su ausencia, siendo fundamental el apoyo recibido por parte de su cuñada Jennifer Ensuncho y del médico William Sánchez.

Y es, precisamente, esta amarga experiencia vivida la que Joselo le quiere transmitir a la ciudadanía, especialmente a aquellos incrédulos que siguen jugando con su vida manteniéndose al margen de todas las recomendaciones de las autoridades de la salud, tanto nacionales como internacionales.

En el preámbulo de una grabación de Sábados Felices.

“Hay mucha gente irresponsable que cree que el virus es mentira. Detrás de esto se especula mucha. Pero es un virus mortal, que está matando a la gente. Si no te cuidas, te vas a morir. Una persona que no tenga recursos se va  morir porque los medicamentos son muy costosos. Cuídense. Lávense las manos. Usen tapabocas. Hay que evitar los contactos. Sigan protocolos de bioseguridad. Se han muerto muchos amigos”, recomendó. 

También insistió en su mensaje: “Hay que buscar de Dios que todo es posible. Las cadenas de oraciones hay que hacerlas. Dios nos está dando nuevas oportunidades, se necesita de su presencia para ganar esta batalla. Esto es un virus que ataca las emociones y todas las rayas. Por eso, hay que buscar la presencia de Dios. Tenemos que cambiar, no podemos seguir haciendo lo mismo. Necesitamos la presencia de él. Nosotros solos no podemos”.

 

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