Viola Camacho, pianista barranquillera
Viola Camacho, pianista barranquillera
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Falleció la destacada pianista y arreglista barranquillera Viola Camacho

Era hija del maestro Ángel María Camacho y Cano que fundó una academia de música en la década de los sesenta.

La destacada pianista, arreglista, concertista y docente universitaria barranquillera Viola Camacho, falleció en las últimas horas en la capital del Atlántico.

Era hija del célebre y renombrado maestro Ángel María Camacho y Cano que en los sesenta fundó una de las mejores academias de música,.

Viola llevaba más de 35 años dedicada a este arte y a enseñar el arte en varias universidades, hizo historia en Barranquilla por ser una de las primeras artistas del piano en el ámbito del jazz, que además le abrió el camino a muchas otras que se han destacado después de ella.

La maestra Viola Camacho, quien en los últimos años era además la encargada de tocar en las bodas católicas en las Iglesias como Inmaculada Concepción, entre otras, era docente de piano complementario en el programa de Música de la Universidad Reformada.

Egresada del conservatorio que ahora es la Escuela de Bellas Artes, estudió jazz durante un año en Estados Unidos de la mano de otro renombrado destacado maestro Jacki Byard.

Tengo la plena certeza que Dios que es amor, bondad y misericordia te permitirá recibir la corona que el desde siempre ha tenido preparada para ti. Has entrado en la vida. A Dios le doy gracias, Viola Camacho por haberme dado la bendición, el regalo de ser tu sobrina y conocer de tu generosidad y sentido de familia. Es un hasta luego”, escribió Elizabeth Camacho, una de sus sobrinas en su cuenta de Facebook.

En una entrevista que le concedió a la Universidad Reformada, dijo que dos de las características fundamentales que un docente debe tener es paciencia y buena comunicación, a partir de estas se dictan clases con agrado y se va generando un vínculo o conexión con el estudiante que le permite sentirse en un espacio seguro, en el que se puede equivocar y en el que puede expresar sus ideas con total libertad.

A sus pupilos acostumbraba a recomendarles escoger el instrumento que más les atrae ya que ese los acompañará durante su vida y el que les permitirá expresar todo el amor que sienten por la música “La música es arte y al arte hay que amarlo”.

También les enseñó la importancia que tiene el piano en la vida de un músico, ya que por ser un instrumento tan completo les facilita aprender a leer música, componer, hacer acompañamientos, armonía en música, entre otros.

“Ha sido una de las protagonistas indiscutibles del circuito de jazz en Barranquilla. Ella, junto a personajes como Jorge Emilio Fadul y Einar Scaff, fueron las cabezas de una pequeña escena que a finales de los noventa abonó el camino para que finalmente la ciudad consolidara su potencial con la primera edición de Barranquijazz en 1997”, narra Luis Daniel Vega en Radio Nacional de Colombia.

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