El escritor y periodista colombiano Andrés Felipe Solano.
El escritor y periodista colombiano Andrés Felipe Solano.
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Escritor colombiano Andrés Felipe Solano, una mirada al acecho por las calles de Seúl

Es probablemente la voz en español que mejor ha retratado los singulares usos y rincones de Seúl.

El escritor y periodista colombiano Andrés Felipe Solano es probablemente la voz en español que mejor ha retratado los singulares usos y rincones de Seúl, una fascinante macrourbe en perpetua mutación que recientemente lo ha reconocido como ciudadano honorífico.

En su última novela, "Cementerios de neón" (Tusquets, 2016), optó además por ligar dos destinos insospechados, su Colombia natal y la península de Corea, con un relato que resucita en el Seúl contemporáneo los fantasmas de una guerra de hace 60 años.

Solano (Bogotá, 1977) cuenta en una entrevista con Efe que para hacer despegar el relato le resultó clave crear el personaje de Salgado, una suerte de "alter ego" suyo, al que sume en una profunda encrucijada personal y profesional en un país en el que los extranjeros son siempre eso, extranjeros.

"La aparición de Salgado -encargado de desentrañar una trama llena de interrogantes- conecta con intereses míos previos, como la novela negra, un género que además funciona como un mecanismo para descubrir una ciudad", explica.

"Seúl no es bonita arquitectónicamente. Lo que siempre más me ha atraído son las noches en Seúl y especialmente el barrio donde vivo, Itaewon, es un barrio muy movido con diferentes credos, razas, trabajos que se cruzan, y eso para un escritor es fascinante", añade.

Salgado, el protagonista de la novela, es un colombiano que reside en Seúl convertido en una de esas criaturas nocturnas de Itaewon y que recibe una inesperada visita de su tío, veterano de la Guerra de Corea (1950-1953), en la que Colombia fue el único país latinoamericano en participar (lo hizo como aliado del Sur).

Su tío viaja con una misión: ayudar a proteger los secretos que guarda el maestro Moon, un excompañero de batalla coreano emigrado a Colombia en los sesenta y convertido desde entonces en profesor de taekwondo.

Además de revivir la participación colombiana en la Guerra de Corea, un episodio del que se ha escrito bien poco, el periplo de tío y sobrino destapa los rincones menos conocidos de una ciudad en perpetuo cambio en la que Solano aterrizó para establecerse junto a su mujer, la promotora musical Yi Soo-jeong, a finales de 2013.

Producto de su primer año en el país asiático es precisamente "Corea: apuntes desde la cuerda floja" -editada originalmente por la Universidad Diego Portales de Chile en 2015, reeditada por Planeta y ahora en octubre por la editorial Barrett-, un diario en el que su afilada mirada desgrana al mismo tiempo la intimidad de su vida diaria y un país y ciudad fascinantes.

La periodista y escritora argentina Leila Guerriero fue la que le propuso el proyecto, para el que Solano comenzó elaborando una serie de "pequeñas crónicas".

"En un par de estas piezas se colaron un par de temas más personales. Leila me dijo: 'Si estás dispuesto a ir por ese sendero más personal, creo que es por ahí por donde debe ir el libro'", rememora el narrador bogotano sobre una obra que ha logrado algo excepcional: acabar traducida al coreano (Editorial Eunhaeng namu, 2018).

En la ceremonia que en noviembre distinguió a los ciudadanos honorarios de Seúl de 2019, el alcalde, Park Won-soon, parafraseó el título de la obra al decir que vivir en la capital surcoreana es "un poco como caminar en la cuerda floja" dada la energía vibrante de esta urbe de 10 millones de habitantes.

"Seúl para mí tiene como un trastorno de personalidad múltiple, tiene varias caras, e incluso cada semana puedo encontrar algo que no haya visto", dice Solano sobre una ciudad en la que no descarta ambientar próximos proyectos, como un guión cinematográfico.

En este caso, su idea es que una de las llamadas "yakult ladies", las señoras de mediana edad que viajan por Seúl en carritos motorizados vendiendo lácteos, sea el hilo conductor en una suerte de "road movie" ambientada, cómo no, en Itaewon.

EFE

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