Congo Tigre de Galapa.
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Archivo Zona Cero

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En medio de la Cuaresma, ¿Carnaval o fiesta urbana en Barranquilla en el 2022?

A pesar de las buenas intenciones de las autoridades, con qué presupuesto cuentan para financiar los eventos.

El antropólogo Julio Caro Baroja, en su libro ‘El Carnaval’, sostiene que “El Carnaval, quiérase o no, es un hijo (aunque sea un hijo pródigo) del cristianismo; mejor dicho, sin la idea de la Cuaresma, no existiría en la forma concreta en que ha existido desde fechas oscuras de la Edad Media europea. Entonces se fijaron sus caracteres. Ello no quita para que quedaran incluidas, dentro del ciclo carnavalesco, varias fiestas de raigambre pagana...”

Por eso, no es buen recibo llamar Carnaval a la celebración en Barranquilla en marzo, del 26 al 29, que fue anunciado sin tener en cuenta el comportamiento de los contagios del Covid-19 y decesos asociados al coronavirus, y sin anteceder a la Cuaresma.

A pesar de que al pisar tierra en la Costa Caribe colombiana el Carnaval llegó domesticado, este no ha perdido la ritualidad que se siente en sus tiempos psicológicos y antropológicos.

Atrás quedaron las ‘fiestas de locos’ que para prepararse para la Cuaresma y dejar atrás la carne, invadían hasta los conventos en la antigua Francia y gran parte de Europa.

Con la celebración del Carnaval en Barranquilla del 26 al 29 de marzo, sólo estará supeditado a once días del inicio la Semana Santa, variante esta que también genera la pandemia del Covid-19.

Esta festividad popular, a la que se seguirá llamando Carnaval, demanda un gran presupuesto.

De ahí que surge el interrogante: ¿en este 2022 de dónde saldrán los recursos para financiar la fiesta y a sus hacedores?

La entonces empresa de economía mixta, Carnaval SA, llegó a recaudar en épocas buenas alrededor de 17 mil millones de pesos.

Carnaval de Barranquilla

Lo anterior se logró gracias al apoyo de grandes y pequeños patrocinadores, del Ministerio de Cultura (su aporte no pasa de $300 millones) y de los entes territoriales.

 Zonacero.com y Atlántico en Noticias conocieron que esta cifra se lograba recaudar también con la venta de palcos y plataformas, esos espacios cedidos a la empresa privada que trae sus invitados especiales a presenciar y gozar de la fiesta y fomentar su marca.

En el 2021, en pleno auge de la pandemia, sólo tres o cuatro patrocinadores se mantuvieron fieles, hicieron un gran esfuerzo y aportaron al Carnaval virtual. Con un auxilio de la administración distrital, Carnaval SAS (ahora con el Distrito como máximo accionista) logró recaudar solo la cifra de 1.200 millones de pesos.

Estos recaudos se utilizan en apoyo a los hacedores del Carnaval, contratación de estructuras de palcos, logística en general, refrigerios para la Fuerza Pública que brinda su apoyo, material para construcción o reconstrucción de carrozas, pago de mano de obra de los artesanos y de bodega de las carrozas.

Además, pago de nómina de los empleados de Carnaval SAS y administración y mantenimiento de la Casa de Carnaval, cedida en comodato por la familia Caridi.

Con el apoyo de la Alcaldía de Barranquilla, Carnaval SAS, ha venido poniéndose al día con proveedores, personal y empresas que montan los espectáculos, premios. Pero persisten sus deudas.

No queremos ser aguafiestas, pero con la realización del nuevo Carnaval surgen varios interrogantes:

¿De dónde van a sacar los recursos, en tan corto tiempo, para hacer una fiesta de altura, esa que por su magnitud, esencia y tradición fue elevada a la categoría de Obra Inmaterial de la Humanidad?.

Carnaval de Barranquilla

¿No es contraproducente celebrarlo en esta fecha, que antecede a otros eventos:

 Domingo 13 de marzo, elecciones de Congreso de la República.

 Jueves 24 último partido de eliminatorias, previo a la coronación de Valeria.

 Domingo 27 de marzo, pruebas ICFES

Al postergar los cuatro día de las fiestas, se impone un nuevo reto para las autoridades: ejercer controles durante este tiempo, desde la fecha hasta el 26 de marzo.

Muchos barranquilleros creerán que con la decisión de postergar la fiesta, se le está ampliando el precarnaval y armarán, como lo han venido haciendo, toda clase de relajo, aumentando los contagios por la variante ómicron.

Como el escenario natural de la fiesta es la calle, deben ejercerse controles para que en los barrios no se cierren calles, sin permiso oficial, con el pretexto de celebrar bazares carnavaleros, lo cual casi siempre termina en desmanes y alteraciones del orden público.

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