La actividad cerebral espontánea durante las etapas embrionarias impulsa el mapeo del tacto, de manera que este sentido surge en el cerebro antes del nacimiento.
La actividad cerebral espontánea durante las etapas embrionarias impulsa el mapeo del tacto, de manera que este sentido surge en el cerebro antes del nacimiento.
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El sentido del tacto surge en el cerebro antes del nacimiento

Un estudio en ratones ha revelado que la actividad cerebral espontánea durante las etapas embrionarias impulsa el mapeo del tacto.

Un equipo del Instituto de Neurociencias de Alicante del CSIC ha llevado a cabo un estudio en ratones que desvela que el sentido del tacto surge en el cerebro antes del nacimiento. El hallazgo ha sido publicado en el último número de la revista Science.

La publicación de la Agenciasinc.com indicó que "la investigación, realizada con roedores, ha revelado que la actividad cerebral espontánea durante las etapas embrionarias impulsa el mapeo del tacto, de manera que este sentido surge en el cerebro antes de nacer. El trabajo muestra que este patrón de actividad prepara a la corteza cerebral para recibir información de los sentidos después del nacimiento". 

El artículo menciona que "esta actividad espontánea durante la fase embrionaria es además esencial para el desarrollo normal del cerebro, ya que define lo que en neurobiología se denomina período crítico, es decir, aquel en el que los cambios plásticos son posibles, pero después del cual las alteraciones serían irreparables".

La superficie del cuerpo humano está representada en la corteza cerebral en una banda transversal localizada en la parte superior media de los hemisferios cerebrales.

Esta banda se denomina corteza sensorial y en ella hay representado un ‘mapa’ en el que cada región del cuerpo ocupa una extensión distinta dependiendo de su uso y sensibilidad. Por ejemplo, las manos son las partes del cuerpo que tienen la mayor extensión en la corteza somática. La representación en 3D de ese mapa forma el conocido homúnculo sensorial.

Cada región del cuerpo representada en la corteza somatosensorial está conectada a su superficie corporal correspondiente mediante vías neuronales que mantienen una relación topográfica estricta a lo largo del sistema nervioso.

Según los autores, en este camino desempeña un papel clave, el tálamo, una especie de estación de relevo y centro de integración sináptica para un primer procesamiento de las señales sensoriales que llegan desde el exterior en su trayecto hacia la corteza cerebral.

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