Imágenes de la serie.
Imágenes de la serie.
Foto
Netflix

Share:

El Juego del Calamar: la polémica serie que está de moda

Emitida en la plataforma de Netflix.

Por Eric Cantillo Lastre - Psicólogo 

EL JUEGO DEL CALAMAR 

El Juego del Calamar es la serie del momento. 

El Juego del Calamar es un juego de niños para adultos... 

El Juego del Calamar está concebido como un juego para gente jodida, endeudada, en todo caso: esclavizada... 

Los realizadores de la serie juegan con ese discurso. ¿Cuál? Ese en el que de cara al sistema un sujeto que ya es tan objeto de dicho sistema, termina por no encontrar ninguna otra salida distinta a la "oportunidad" que le ofrece el Juego... 

Y la relación con semejante Juego de los participantes parece estar latente; pero una vez en éste, uniformados y convertidos en un número-y no una persona-se hace patente. 

Digo latente, porque para el Juego el reclutamiento lo realiza un man en la calle a punta de garnatás (bofetadas). Con un alto grado de sofisticación, labia y por supuesto billete, te plantea una lúdica en la que te muestra que existe un escenario en el que aún "puedes pagar en tanto todavía tienes con qué". 

Que aún tienes con qué poner la cara, y nada es más literal. El vínculo se consuma con 100000 wones (moneda coreana) que obtuviste luego de una serie de cachetadas. O sea "ganaste". 

Pero quién ganó en realidad fue el reclutador, quién logró instalar el chip que deseaba: "es fácil solo debo jugar, solo tuve que dejarme maltratar vaina que ya ocurre, y además me pagaron bien". Y como es consabido es un sujeto que de por sí ya está más que jodido en su propia vida; entonces, ¿Qué más le queda por perder? ¿La vida misma? 

Pues sí, en el Juego en cuestión pues vaya que sí. La primera jornada eso deja muy claro. Pero si sobreviviste aún puedes retirarte y volver a tu vida... 

Muy democráticamente-y dramáticamente- eliges volver a tu vida, pero quién diseñó el Juego es tan perverso y por qué no decirlo así sea ofensivo: tan crack, que sabe de sobra que justamente el "volver a su vida" es la principal razón para que 456 y compañía resuelvan regresar al Juego. Pues es "su última oportunidad". 

Un puto amo el creador del Juego. Un amo tan puto que hace lo que un Amo suele hacer: tener esclavos... 

Conforme pasan los Juegos la sangre corre, el chonchito se llena, el cinismo aumenta y la humanidad se pierde. Aunque en no todos los personajes... 

Cada jornada es un desborde de adrenalina y como espectador que devora la serie en maratón pues uno simplemente piensa: "nojoda culo e' serie". 

En lo partícular el epísodio de la cuerda me parece fascinante. El valor de lo biomecánico y el trabajo en equipo. Definitivamente tengo que volver a verlo... 

Serie sin giros inesperados no es serie y en El Juego del Calamar no pueden faltar. Y son brutales. El cinismo y la perversión van de la mano. Hacia el final el odio se torna tan consistente como feroz. 

Como en todo escenario social y de convivencia existen personajes de todo tipo y en el Juego del Calamar están muy bien caracterizados. No podía faltar el sociópata de turno, el man del tatuaje de la serpiente a un lado de su rostro. Y alguna tóxica tenía que haber... 

Este último no es un comentario misógino de mi parte, que no se ofenda ninguna mujer. No soy yo quien mira con hilaridad el que una mujer se muestre tan deseante y resolutiva; es el contexto quien se mofa y no Psicóloco Eric. Ojo. A muchos les hace mucha gracia que existan "tóxicas" y no tantos "tóxicos", supuestamente. 

Pero ese es tema de otro texto... 

No obstante a la "tóxica" en cuestión muchos espectadores de la serie terminan por amarla. Personaje. 

Al final sí termina de haber un ganador más allá de que al parecer no se sienta tan así. Aunque en mi opinión más importante que lo que ganó diría que es lo que no perdió: su humanidad. 

Un último análisis de cara a los consumidores de la serie. 

Primeramente a los adolescentes, que con certeza la han visto vaya uno a saber con qué lente y bajo qué CRITERIO; probablemente sin interlocución con un adulto responsable. tengan presente que es una gran serie sin duda, entretenida y hasta genial. Bacana. No obstante, no tiene mucho que ver con ustedes quizás... 

El adolescente no vive en el mundo real con responsabilidades reales, habrá excepciones seguramente. Pero no es que pierdan el sueño ni la tranquilidad pensando en lo que deben, en "sus deudas". Atormentados con deudas. No pagan un recibo; hombe no es que sepan qué es Jamar... 

Ojalá miren o hayan consumido la serie con lente crítico y CRITERIO. No es sólo sangre y masacres, o "homicidios colectivos" como diría cierto ministro de cierto país... 

No pierdan de vista que a veces la realidad supera a la ficción. En el Juego del Calamar la premisa del Amo y creador del Juego es ciertamente perversa. Esta gente está tan endeudada que su vida no vale mucho, pero su muerte vale bastante. Esa puede ser una lectura, muy perversa reitero. 

Tan perversa como creer que la vida de un indigente, al ser un "desechable" que no debe tener dolientes ni familia es susceptible de ser tomada. Su vida... 

En Barranquilla en los noventa fueron asesinados habitantes de calle y sus órganos luego sirvieron de insumo para clases de estudiantes de medicina de cierta universidad... 

La realidad supera la ficción a veces, es un hecho. Es un hecho que como adultos que sí vivimos en el mundo real nos podemos ver agobiados por nuestros pasivos y acreedores. 

Desde la ama de casa que agacha la cabeza ante la actitud grosera e intimidante del pagadiario, hasta el que prefiere no comer con tal de terminar de pagar su celular de alta gama y última generación... 

Tendemos a creer que lo que entendemos como "nuestros problemas" son nuestras deudas. Y valdría la pena pregúntarselo. Pregúntele a alguien qué problemas tiene y es muy probable que la respuesta sea una exposición de lo que debe... 

No podemos negar la realidad y cuesta abstraerse de la misma. Otra cosa es que que nos convirtamos en esclavos primeramente de nosotros mismos. 

Los invito a hacer el ejercicio, pregúntese qué problemas tiene? Y en su respuesta deje de lado las que sean deudas. Y tenga presente que son eso justamente: deudas. Es decir, se resuelven con plata. Hay vainas en la vida que no se resuelven ni con eso... 

Es jodido despojarse de ello. Del paradigma y sistema en que crecimos. Sin embargo no existe deuda más grande que la que llegamos a tener con nosotros mismos. 

Soy Psicóloco Eric y esa es mi lectura de la serie de moda.

Más sobre este tema: