La práctica de ejercicio físico durante el embarazo mejora la condición cardiovascular, favorece la corrección postural y evita el aumento excesivo de peso. Bajo prescripción médica, la futura mamá deberá realizar una rutina deportiva que le ayude a lograr una mejor condición física y a preparar su cuerpo para el parto.   

Marta Mejía Beltrán, directora del programa de Fisioterapia de Unimetro, explica que realizar moderadamente ejercicio ayuda a la embarazada a fortalecer los músculos del abdomen, el pecho, el piso pélvico y la espalda. También asegura que la mujer debe practicar ejercicios de contracción y relajación para acondicionar su cuerpo y evitar posibles patologías.  

Una buena condición física en la gestación aumenta el bienestar psicológico, reduce la ansiedad, la depresión, el insomnio y crea hábitos de vida saludable. Los ginecólogos recomiendan iniciar la actividad después de la semana 12 cuando se hayan disminuido los riesgos de pérdidas.  

Roberto Rebolledo Cobo, docente investigador de Fisioterapia y magíster en Actividad Física, indica: “El sedentarismo en la futura madre puede provocar problemas como estreñimiento, aparición de varices y partos difíciles. Los ejercicios más recomendados, para ellas, son las caminatas cortas, pilates, yoga, natación y ciclismo”.  

“Hacer caminatas es el ejercicio más adecuado para las mujeres que no practican deporte, ya que no se exige entrenamiento previo y es posible empezar a un ritmo lento. Se recomienda caminar tres veces por semana durante 30 minutos. Las gestantes acostumbradas al ejercicio pueden hacer aeróbicos con intensidad moderada. Antes de cualquier práctica se recomienda calentamiento previo, enfriamiento posterior, estiramientos y relajación”, dice la fisioterapeuta Marta Mejía Beltrán.

El ejercicio está contraindicado en mujeres con placenta previa, hemorragias, antecedentes de aborto o pre eclampsia. Después del parto pueden retomar las rutinas cuando culminen los 40 días de la dieta, desaparezca el sangrado y el cuello uterino regrese a su tamaño normal. 

Además de las actividades físicas, las futuras madres deben aprender a respirar para que en el trabajo de parto manejen las diferentes etapas de la dilatación.

“Se le recomienda a la embarazada aprender a respirar de forma abdominal y de soplo, lo que le ayudará a mantenerse oxigenada y a disminuir la molestia que produce la contracción en el periodo de la salida del bebé por el canal vaginal”, concluye Roberto Rebolledo. 

El programa de Fisioterapia de la Universidad Metropolitana tiene abiertas las inscripciones hasta el 21 de mayo. Interesados ingresar a www.unimetro.edu.co.