El sector de la moda de Colombia busca posicionarse en esta industria a nivel mundial con el uso de nuevas tecnologías y apoyado en sus raíces culturales, lo que se evidenció durante la feria Colombiamoda de Medellín, el escenario más importante del sector textil-confecciones de Latinoamérica.

La plataforma ha consolidado a nuestro país como un referente de la moda en la región y el mundo, gracias a diseñadores que plasman en colecciones sus grandes pinceladas de creatividad, que incluso han llegado a marcar tendencia.

Un total de 900 acuerdos de negocio entre 313 exportadores nacionales y 240 empresas internacionales que invitó Procolombia, entidad encargada de promover el turismo, la inversión extranjera, la exportaciones no minero-energéticas y la imagen del país, concluyeron con ventas por 13,5 millones de dólares.

Con la ayuda de Colombiamoda, la cual tuvo lugar del 23 al 25 de julio, Medellín, ciudad que ha sido marcada y estigmatizada por la violencia del narcotráfico en las décadas pasadas, se ha transformado en un referente del sector textil a nivel mundial.

La evolución de esta industria, junto con las estrategias digitales, han sido clave para que la moda colombiana sea el centro de atención.

En 2018 las exportaciones colombianas ascendieron a 930 millones de dólares, cifra que las autoridades esperan aumentar este año a 1.000 millones.

"En lo que va de primer trimestre del año vamos creciendo a un 7 % en la cadena de confección", señaló la gerente de la oficina regional de Procolombia en Medellín, María Luisa Duque.

Estados Unidos, Ecuador y México son los principales importadores de la moda colombiana, vestidos de baño, fajas, zapatos, ropa interior y jeans son los productos de mayor demanda entre los compradores internacionales.

Para seguir avanzando en la industria, Colombia apuesta por una transformación en la que la sostenibilidad y el valor agregado sean parte de sus pilares, y de la mano de nuevos diseñadores entrar a nuevos mercados de mayor exigencia.

"Los consumidores quieren un producto de calidad, con diseño y no un producto masivo, que cumpla con el medio ambiente, tenemos que ser sostenibles a largo plazo tanto con la industria como (con) los consumidores", agregó Duque.

Diseñadoras de renombre como Beatriz Camacho o Renata Lozano, han apostado en sus colecciones por este valor añadido y en ellas han reflejado una moda sostenible, como parte de su compromiso ambiental.

En sus trabajos, Camacho utiliza como protagonista las fibras naturales, mientras que Lozano confía en una colección creada con sobrantes de otros trabajos para generar "conciencia al consumidor", que considera es "hacia donde tiene que aspirar la moda colombiana para que triunfe como lo está haciendo".

Esto motivó a Johanna Ortíz, que ha vestido a personalidades como Michelle Obama o Alexa Chung y quien reflejó en su colección Crucero 2020, llamada 'Caprice', los ingredientes típicos del país, como la flor de borrachero o las vajillas de barro.

La moda femenina colombiana no es la única en auge, diseñadores como Guio Di Colombia utiliza sus trabajos como plataforma para apoyar, protestar y sensibilizar al público sobre la situación social del país.

En su camino por crecer en la industria, la tecnología, la transformación digital y la digitalización han tomado mayor relevancia para adaptarse a la cuarta revolución industrial y para enfrentar los nuevos retos del mercado.

EFE