La docente Ana Navarro llegó el sábado a la noche a La Troja, junto a su pareja Fabricio Puche, como tantas veces, pero sin imaginar que esta vez sería muy especial.

Se encontraron con otra pareja, con la que siempre frecuentan este templo de la salsa en Barranquilla.

Departieron por un largo rato hasta que Fabricio decidió comentarle a su amigo que quería pedirle matrimonio a Ana.

"Él de una me dijo que sí", relató el también docente a Zona Cero.

Era la 1 de la mañana y La Troja estaba en su furor de la rumba. Fabricio se levantó de su silla y se dirigió a la cabina del DJ y agarró el micrófono.

Ante la mirada de los clientes y sus amigos, muchos con las cámaras de los celulares activadas grababan el esperado momento, Fabricio le propuso matrimonio a Ana, quien con sonrisa y emoción le dijo que "sí".

Se fundieron en un abrazo, en medio de la felicidad.

"Nosotros vamos a casarnos a fin de mes y como ya estábamos viviendo juntos pues ella no se esperaba la pedida de matrimonio ni mucho menos. Ella es amante de la salsa y la idea se me ocurrió de manera espontánea estando allá, pero todo salió mejor de lo se hubiese podido planear. Luchito Varela y Mao Meléndez nos secundaron en plan. Y la pedida de mano fue al son de la canción “Ámame” del Gran Combo", contó Fabricio Puche a este medio de comunicación.

El docente agradeció a Edwin Madera, mánager de La Troja, quien estaba con su esposa, la colaboración para que este momento hubiese sido posible.

"Se portaron a la altura durante el momento", indicó Puche, quien vive junto con su prometida en la urbanización Caribe Verde de Barranquilla.