Monseñor Víctor Tamayo, Obispo Auxiliar de Barranquilla.
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Zona Cero

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“Al cumplir ochenta años siento que he visto el desarrollo de Barranquilla”: Monseñor Tamayo

El Obispo Auxiliar está de cumpleaños y lo celebra esta noche en presencia del Cardenal Rubén Salazar Gómez en sede de la Curia y demás personalidades. También presentarán un libro con las memorias del sacerdote más querido por los barranquilleros.

Cálido y feliz Monseñor Víctor Tamayo festeja su cumpleaños número ochenta el día de mañana recordando los momentos más importantes de su apostolado y viendo crecer los frutos de las semillas que sembró en Barranquilla. “He visto crecer la ciudad. Cuando vine llegué al seminario y los carros llegaban hasta la 72 y de esta calle hasta la 76, donde estamos, era una trocha. Tuvimos que entrar con la maletica al hombro porque no había por donde entrar. Yo vi crecer a Barranquilla de la 76 hasta la 106 y la ciudad ya está llegando a Puerto Colombia”, dijo Tamayo en entrevista con Zona Cero.

Desde su despacho en la Curia recordó cómo abandonó su pueblo natal Anorí, en Antioquia a sus 20 años y se embarcó en la misión de llegar a Barranquilla a conocer el mar. “Quería ver el océano porque eso lo que todos jóvenes pensábamos que había en Barranquilla y que apenas uno se bajaba del avión llegaba al mar y por eso me vine para acá”, comentó entre risas.

Monseñor Víctor Tamayo, Obispo Auxiliar de Barranquilla.

Esta noche habrá una acción de gracias en su honor en la Curia en la que está invitado el Cardenal Rubén Salazar Gómez, familiares de monseñor Tamayo y demás personalidades. “Vamos a tener esta noche al señor Cardenal y muchos otros amigos que vienen desde otras partes que van a venir a esta acción de gracias al cumplir estos ochenta años”, destacó.

Con gran sentido del humor, el sacerdote bromeó asegurando, que en este cumpleaños, se convertirá en “un viejito octogenario” y agregó sobre el cariño que le guardan sus fieles: “Es que ya los viejitos somos muy queridos en todas partes”, sonrió

También cumple en 2017 sesenta años de estar servicio de los feligreses barranquilleros y detrás importantes obras de caridad de la ciudad. “He visto el desarrollo de la ciudad y de sus líderes y de tantos alcaldes y gobernadores. Me ha tocado trabajar con ellos con mucho afecto y mucho cariño”.

Una historia en la ciudad

Uno de sus grandes momentos fue la organización de la visita del Papa Juan Pablo II y la creación de la Plaza de la Paz. “Eso fue una lucha muy grande. Al principio fue muy poco lo que logramos conseguir que eran cuatro casas que estaban en todo el frente. Logramos que las vendieran y se buscó la platica por todas partes. Después con la visita del Papa se logró tumbar hasta el fondo y ahora me dicen que el gobernador está buscando los fondos para llevar la plaza hasta el Banco de la República y que la Catedral y el banco queden hablando en una gran ensenada y en un gran parque de tres manzanas sería lo ideal”.

Monseñor Tamayo ha sido testigo de los eventos más importantes de la ciudad como la inauguración del Estadio Metropolitano. “Con lo del Estadio Metropolitano fue una maravilla porque me dieron la oportunidad de volver al sur. Como llevaba mucho tiempo en la Catedral y cuando fuimos a inaugurar el estadio nuevo me dijo el Arzobispo de la época: “ayúdenos a pensar a quién mandamos acá a la Ciudadela 20 de Julio” porque el padre que estaba de turno renunció por su salud, entonces yo me ofrecí y la gente se molestó con ese Arzobispo por haberme mandado sin saber que había sido yo”.

Primero vivió en una pieza alquilada y luego un empresario le ayudó a adquirir una vivienda en el barrio Los Robles. “Me pasé a vivir al barrio Los Robles pero estaba oficiando en La Ciudadela y pasé un tiempo allá muy especial hasta cuando volví de nuevo a la Catedral”.

De los retos más grandes que ha afrontado en su apostolado, Monseñor Tamayo asegura que llevar a cabo la construcción de la catedral fue todo un desafío. “Lo de Catedral fue muy difícil porque veían a la Catedral como un elefante blanco que no arrancaba, que la ciudad no lo valoraba y fue muy difícil lograr que la Catedral llegara la corazón de los barranquilleros.  Poco a poco con un grupo de muchachos y muchachas fuimos creando un ambiente, dando serenatas y llevando música los colegios e hicimos que la gente viera a la Catedral como algo propio y ahora todos los eventos importantes se hacen en la Plaza de la Paz al pie de la Catedral”.

Sobre su futuro como Obispo Auxiliar de Barranquilla, Tamayo reveló que hasta enero está confirmado para continuar con su labor en la ciudad, a la espera de que sea nombrado un nuevo Arzobispo. “El Papa dijo que al cumplir los ochenta años debemos renunciar a todos los trabajos que tengamos en la iglesia, pero en estos días en la Conferencia Episcopal, el Nuncio me pidió que esperara un tiempo más, porque como viene un nuevo Arzobispo para Barranquilla, entonces debo presentarlo, acompañarlo y orientarlo en el conocimiento de las personas, como lo he hecho con los otros arzobispos anteriores”.

Monseñor Tamayo revisa el libro que narra sus memorias.

En conmemoración de su aniversario número ochenta se ha publicado un libro que cuenta con sus memorias recreadas por la autora Claudine Banceline y cuya portada es una fotografía captada por Samuel Tcherassi. “Del libro es un esfuerzo que hicieron unas personas de Puerto Colombia capitaneados por Hortensia Sánchez y hoy entregamos el libro que quedó muy bello”.

Barranquilla en estos 60 años de servicio le debe a Monseñor Víctor Tamayo obras como La Catedratón, el Hogar para Sacerdotes, la adecuación de viviendas para cientos de hogares de escasos recursos, entre otras múltiples actividades sociales, que adelanta la Arquidiócesis de Barranquilla.

El sacerdote solo pidió un deseo para este cumpleaños. “Que Dios siga dándome fuerzas para poder moverme y estar en todas partes hasta dónde él quiera y seguir acompañando a los barranquilleros”, concluyó.

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