El jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, reconoció este martes "la perseverancia tanto del Gobierno como de FARC en continuar con los esfuerzos de consolidación de la paz a pesar de las dificultades que plantea la pandemia", pero mostró preocupación por la inseguridad  que enfrentan los excombatientes y los líderes sociales.

En la presentación de Informe trimestral de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Ruiz Massieu indicó que la "violencia contra quienes dejaron armas y quienes defienden derechos humanos y de comunidades devastadas por conflicto, sigue siendo la amenaza más grave para la consolidación de la paz en Colombia. 210 es la cifra de excombatientes asesinados desde firma del Acuerdo de paz".

"La inseguridad que enfrentan los ex combatientes de las FARC-EP, las comunidades, los defensores y defensoras de los derechos humanos, líderes y lideresas sociales, sigue siendo nuestra mayor preocupación, lamentablemente esta situación ha continuado durante la pandemia", sostuvo el Jefe de la Misión de la ONU en Colombia.

"No hay justificación para seguir infligiendo violencia a colombianos vulnerables que están pasando por enormes dificultades. Hemos visto cómo ceses temporales de la violencia pueden aportar alivio a las comunidades que sufren en el terreno", sostuvo Ruis Massieu.

Dijo que la "presencia consolidada e integrada de instituciones del Estado es solución a largo plazo para violencia que azota a regiones rurales".

"El Acuerdo de Paz diseñó mecanismos como los PDET y Programa Integral Seguridad y Protección para Comunidades y Organizaciones en los Territorios", agregó.

El jefe de la Misión de la ONU instó este martes "al Gobierno y a FARC a que fomenten el liderazgo de las mujeres excombatientes en la reincorporación social, económica y política".

"Confío en que el Consejo Nacional de Reincorporación dé prioridad a las recomendaciones de su Mesa Técnica de Género", anotó finalmente.

EFE