Carlos Pino García rompió su silencio. El "asesor" de la embajada de Venezuela habló de su captura y después expulsión de Colombia, por parte de Migración, que lo consideró un peligro para la seguridad del territorio nacional. 

“Si yo fuera un peligro para la seguridad de Colombia, lo más obvio que pudieron haber hecho las autoridades colombianas era haberme detenido y mostrar las pruebas”, señaló el ciudadano venezolano a la cadena Blu Radio.

Pino García relató que la noche del miércoles, día en el que fue capturado por las autoridades colombianas, estaba "departiendo" en un restaurante público con "unos amigos de un sindicato". 

"Hablando de temas nacionales y políticos con relación a la situación de Colombia y Venezuela. Eso no es injerencia política”, puntualizó.

Al igual que su esposa, la excongresista Gloria Flórez, Carlos Pino consideró este acto como una "novela tramada de un absurdo”. 

El mencionado se molestó cuando fue consultado por su presencia, en varias ocasiones, en los campamentos de venezolanos en Bogotá.

"Jamás ni nunca he estado en esos campamentos ni fui al terminal. Esa es una actitud bellaca de parte del que generó esa matriz”, aseveró. 

El empleado de la Embajada de Venezuela señaló que está dispuesto a regresar a Colombia para demostrar que es inocente.