El Presidente Gustavo Petro dejó plantados la tarde de este miércoles a los magistrados de las altas cortes, quienes lo esperaban en la Casa de Nariño en Bogotá para su ceremonia de posesión.

La cita estaba programada para las 6 de la tarde, pero el mandatario se encontraba en Medellín desde el mediodía en la ceremonia de perdón a las víctimas de las masacres de El Aro y La Granja, a manos de paramilitares.

Cumplido este compromiso el Jefe de Estado no regresó a la capital del país, sino que asistió a una reunión con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, a fin de analizar el tema del proyecto Hidroituango.

Al parecer la temática se extendió más de lo previsto y Petro no pudo regresar a tiempo a Bogotá.

Entonces para cumplir con el acto programado en la Casa de Nariño con los magistrados, funcionarios del Gobierno tuvieron que acudir a un “Plan B”, y tomar posesión a los togados.

Así fue como el secretario jurídico de la Presidencia, Vladimir Fernández, tomó el juramento a pesar de que el convocado a hacerlo era el presidente.

Con el de la tarde del miércoles son cuatro las veces que el presidente deja esperando a los magistrados, para un encuentro previamente programado.

El 15 de septiembre no llegó a Valledupar a una cita con los togados de la Corte Suprema de Justicia. El 29 de septiembre tampoco llegó a un encuentro en Villa de Leyva con la Corte Constitucional, y el 11 de octubre les falló en Montería a los magistrados del Consejo de Estado.